El nuevo mandatario liberal jurará hoy su cargo ante la Asamblea Legislativa con «las esperanzas de muchos» puestas en mejorar el país con su gestión
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Mercedes Viscarra se trasladó a Gijón hace tres meses, más concretamente a La Calzada. Por suerte, pudo traer a su perra consigo desde Argentina. Juntas pasean todos los días cerca de su nueva casa, y en cada paseo se detienen delante del mismo árbol. A este siempre está amarrada, también, la misma bicicleta. Un día tras otro, Viscarra comprueba absolutamente fascinada cómo la bicicleta permanece a salvo en plena calle, sin que nadie la robe o sin que su dueño tema correr ese peligro. Cuenta casi emocionada cómo ha tenido esa misma sensación de sorpresa al comprobar que puede volver sola a casa de noche sin miedo a que le ocurra algo, o que se sigue asombrando al pasar delante de los escaparates que no están cubiertos por persianas metálicas durante su horario de cierre.
A pesar de que esas situaciones formen parte de la cotidianeidad de un asturiano, resultan impensables en la Argentina natal de Mercedes de un tiempo a esta parte. El Estado latinoamericano se encuentra ahora mismo sumido en una importante crisis de inseguridad. La criminalidad llegó de la mano de la pobreza, y ambas son resultado de la inflación que Javier Milei, nuevo presidente de la República, ha prometido combatir a base de una reestructuración del país. El dirigente toma posesión del cargo hoy, 10 de diciembre, con opiniones muy diversas en torno a su figura y “las esperanzas de muchos” puestas en su futura gestión, aseguran argentinos residentes en Gijón. Juntos reflexionan para MiGijón sobre su porvenir como emigrados y el de sus familias al otro lado del Atlántico.
Alejandro Daniel Lebbra cruzó el charco hace 20 años, en una época en la que la vida en el barrio de La Calzada le recordaba a su hogar, “la tranquilidad era la misma”. Analiza la historia de Argentina como la de “un país de emigrantes”, pero reconoce que las motivaciones de antes y las de ahora han cambiado. Como vicepresidente del Centro Argentino de Asturias, acoge a los nuevos residentes que adopta el Principado, y ve que la tendencia actual es la de “familias o parejas jóvenes muy bien formadas, motivadas por la inseguridad y por la crisis económica”.
La hija de Carlos Domingo Camacho tiene un negocio de lencería en Buenos Aires y también teme sufrir aún más inestabilidad económica que la experimentada hasta la fecha a partir del nuevo Gobierno. Su padre, asturiano adoptivo desde hace 17 años, le recomienda seguir sus pasos hacia España, igual que a sus otros dos hermanos. Para hablar de las oscilaciones a los precios que sortea su hija, entran en conversación “los ajustes de Milei” y la charla no tarda mucho en volverse revuelo entre los presentes. Pero tras las primeras opiniones declaradas, pronto llegan, una tras otra, las muchas visiones unánimes de este grupo de amigos sobre el nuevo mandatario.
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«Estamos cansados y aburridos de que nos metan la mano en el bolsillo los que ya conocemos»
Constanza Sammartino lleva media vida observando a su país en la distancia, desde Gijón, aunque lo visita con cierta frecuencia, y por ello tiene claros cuáles son los mayores problemas. Utiliza su propio caso como desempleada en España como ejemplo para mencionar, en primer lugar, “la cantidad de subsidios con los que el Estado mantiene a generaciones enteras” con el acuerdo del resto de la mesa. Todos coinciden en reconocer cómo el legado político que dejó en el último decenio Cristina Kirchner “ha contaminado el sistema y ya nada es legal en la política de Argentina”. Jueces muertos que trataban casos de corrupción de la exdirigente, narcotráfico, una inflación que alcanzó el 145%… Todo por “mantenerse en el poder para seguir gozando de inmunidad parlamentaria”, resume ella.
Lebbra prosigue explicando que para aferrarse al cargo, “se vuelve necesario mantener satisfechos a tus votantes” y por eso “al kirchnerismo y peronismo les interesa incentivar a una mujer a quedarse embarazada joven con ayudas, a que una familia se mantenga con 6 pagas y a no educarse para evitar que se genere pensamiento crítico y una sociedad bien preparada”. Con este panorama, Viscarra confiesa estar “cansada, aburrida, de que nos metan la mano en el bolsillo los que ya conocemos”. Los cuatro entienden que Javier Milei se haya convertido en el “fenómeno social” que le aupó a la presidencia y depositan en él, al menos, la confianza de que se produzca un cambio de aires a lo que ya había. “No tiene origen político, creó su partido desde cero, tiene los conocimientos y hará reformas de fondo que otros no se atrevieron a hacer”, relata Lebbra.
“No tiene origen político, creó su partido desde cero, tiene los conocimientos y hará reformas de fondo que otros no se atrevieron a hacer”
Constanza comenta, además, que de los 14 millones y medio de argentinos que lo votaron, hay una importante base de “jóvenes, que empezaron a informarse muy bien de la situación del país desde la pandemia gracias a las redes sociales” y buscan un cambio de paradigma. “Convertir su país natal en un lugar en el que tengan posibilidades y no estar abocados a huir”, resume Sammartino. Por otro lado, todos vuelven a estar de acuerdo en sentirse bastante desconectados de las versiones y discursos mediáticos que se ofrecen en Europa sobre Milei, como ultraderechista con muchas excentricidades. Ellos entienden y justifican haber tenido que desarrollar esa performance “para captar la atención de cámaras y jóvenes” y creen que no tiene cabida hablar de “derechas e izquierdas” para analizarlo. “Si yo hubiese tenido que ir a votar a estas elecciones, tampoco me hubiese gustado hacerlo por ninguno, pero le habría votado a él”, revela Viscarra.
En cualquier caso, el grupo de “asturgauchos”, como les gusta autodenominarse, tiene tomado el pulso a la política de ambos hemisferios, y quieren terminar la conversación con el recordatorio para españoles y asturianos de “valorar lo que se ha logrado en España y en Europa”. Desde el Centro Argentino de Asturias, por su parte, seguirán trabajando para convertir el Principado en el “hogar de acogida más agradable posible” a sus futuros compañeros.