Efectivos policiales han detenido a un hombre como presunto autor durante la tarde del jueves, pero insisten en que están trabajando en varias líneas de investigación
Un hombre ha sido asesinado a puñaladas durante la madrugada del jueves en el barrio de Laviada. Se trata de un hombre de 56 años, era vecino en el portal 14 de la calle Luanco donde compartía piso con otras 5 personas. La UVI Móvil de Gijón acudió al domicilio sobre las 3 de la madrugada, después de recibir una llamada en la que el propio fallecido solicitaba asistencia sanitaria. Cuando los efectivos de emergencias llegaron a la casa, se encontraron con que nadie abría la puerta y por ello requirieron de la actuación de los Bomberos para abrirla.
Una vez dentro, solo pudieron constatar la muerte de la víctima a causa de heridas de arma blanca, concretamente unas tres a cuatro puñaladas con un arma que podría ser de uso doméstico, similar a una navaja. Este yacía en una de las seis habitaciones de la vivienda mientras las demás permanecían cerradas. Una vez confirmado el fallecimiento, el caso quedó en manos de la Policía Nacional, y hasta allí se desplazaron la juez de guardia y la forense.
El caso se encuentra ahora bajo secreto de sumario, aunque efectivos policiales confirman que durante la tarde de ayer, entre las 18.00 y 19.00 horas ya había una persona detenida como presunto autor, que sería compañero de piso de la víctima. La investigación está abierta y que existen varias líneas en las que están trabajando bajo secreto de sumario, sin encontrar aún el arma homicida. Un furgón de la Policía Científica estaba ayer aparcado en la calle del incidente, por lo que dichas labores de investigación continuarían también ayer tarde. El caso está en concreto en manos de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV).
La reciente tragedia recuerda a una muerte que también se produjo hace un año en la calle Pola de Siero, que actúa casi como continuación de Luanco, en la que sucedieron los hechos esta vez. En aquella ocasión, un hombre de 24 años había sido hallado muerto en un portal después de haber estado en un piso de citas en compañía de dos mujeres. Más allá de la coincidencia, vecinos del barrio son conscientes de que el edificio donde se produjo el asesinato tiene un funcionamiento un tanto extraño y algunos explican que «siempre está así y siempre hay algún problema».
También afirman que se trata de un edificio que estaría dedicado en su totalidad al alquiler de las viviendas por habitaciones y que pertenecería a un único propietario, además de que sus inquilinos «van cambiando cada poco». El ritmo de entrada y salida de individuos debe ser constante: «Es un no parar, entra y sale todo el rato gente».