Álvaro Soto, gerente de ASPRUSA, afirma que «las entidades financieras siguen apoyando al sector» y que «se están concediendo hipotecas a tipos fijos muy razonables»
Comprar una vivienda es, para muchas personas, un acto irrepetible en la vida. Y como tal, convierte ese hogar y todo lo que le rodee en algo especial. Por eso es tan importante que las empresas que participan en el proceso asesoren con mimo a las familias. En Gijón, la promotora y constructora ASPRUSA que este año está celebrando su 35 aniversario, es una de las compañías de referencia. Desde su sede, en la calle de la Muralla 4, trabajan para acercar la jerga, los procesos y la complejidad del mundo inmobiliario a todos los interesados.
“Hay dos tendencias que estamos notando últimamente. La primera es que cada vez más, los compradores vienen buscando viviendas de obra nueva y también se ha notado un aumento de peticiones de construcción de viviendas unifamiliares”, un mercado que se está volviendo a reactivar después del parón por los sobrecostes. La otra tendencia que vemos en aumento es la compra de vivienda por parte de personas de fuera de
Asturias, incluso muchos compradores las están adquiriendo sin hipoteca, gracias a sus ahorros”, cuenta Álvaro Soto, gerente de ASPRUSA. De sus palabras se desprende el buen momento que vive el sector, tras haber pasado meses de incertidumbre derivados del incremento de precios en 2022 desatado entre otras razones por la guerra en Ucrania. Pese a que el conflicto continúa y que a él se han unido otros, los precios parecen haberse estabilizado, lo que refleja que es un buen momento para que, quien piense en cambiar de vivienda o hacerse con una segunda residencia, se ‘lance’ al mercado. Y así lo explica Soto: “Animo a la gente a comprar vivienda ahora. Las entidades financieras siguen apoyando los préstamos y, aunque han subido los tipos de interés, se están formalizando hipotecas en condiciones muy razonables, con tipos fijos por debajo del actual euribor, lo que es una fortaleza para quien busque pedir un préstamo”.
Por otra parte se encuentra ese perfil de comprador de fuera de Asturias que busca en Gijón la tranquilidad, gastronomía y paisaje con las que cuenta la ciudad y que, se prevé, será cada vez más numeroso gracias a la llegada del AVE, pero que supone ya el 40% de las ventas de la entidad.
Mucho más que ‘vender pisos’
Para Soto, que cuenta ya con una amplia trayectoria en el sector, estar al frente de una entidad como ASPRUSA supone una responsabilidad que abarca mucho más que la simple construcción y venta de un edificio. Y es que trabajan en lo que él define como ‘excelencia en el trato’: ofrecer siempre la máxima calidad posible, acompañar al comprador desde el primer momento, hasta la entrega de las llaves, seguir de cerca el paso a paso de la obra o ayudar en la personalización de cada vivienda, son algunas de las características que definen esta relación creada con cada persona que se interesa en sus obras. “El mejor termómetro para medir si lo estamos haciendo bien es que son muchas las personas que llegan a nosotros recomendadas por antiguos clientes o personas que indirectamente han visto nuestros edificios y la calidad con la que trabajamos y que nos distingue. Esa red de prescriptores nunca falla, porque han trabajado con nosotros y saben qué hacemos y cómo lo hacemos”, cuenta el gerente de ASPRUSA.
Promociones activas: la oportunidad de vivir en Gijón
La empresa trabaja fundamentalmente en tres líneas de actividad: la promoción y construcción propia, la construcción o rehabilitación para terceros, como pueden ser clientes que buscan hacer su vivienda desde cero y la comercialización de edificios o viviendas para otros propietarios.
Actualmente, entre las promociones que ASPRUSA mantiene activas en Gijón se encuentran una promoción propia situada en c/ Río de Oro 43, con 23 viviendas, plazas de garaje y trasteros a cinco minutos del Centro Comercial Los Fresnos, una zona que no contaba desde hace años con obra nueva; c/ Reconquista 23, detrás de los Jesuitas, con otras 11 viviendas de las que solo quedan dos por vender; o c/ Saavedra 12, una promoción 100% vendida que alberga 15 viviendas, trasteros y un local en planta baja. En cuanto a parcelas destinadas a vivienda unifamiliar, van a comenzar la urbanización de 4 parcelas para 4 chalets en Camino de Cotarón, en Castiello, de las cuales dos ya están comprometidas. También comercializan para otra promotora 34 viviendas con garajes y trasteros en el histórico edificio que se está rehabilitando en la c/ Marqués de San Esteban 21 y en el que ya quedan las últimas viviendas por vender.
Los edificios que promueve y construye ASPRUSA tienen algo en común: la localización y la calidad de su construcción, con sello “made in Asprusa”. Además, claro, de la tan buscada hoy en día eficiencia energética: “Es algo que el usuario agradece y nota al vivir, porque puede llegar a ahorrar más de un 70% de la factura con los actuales sistemas constructivos, equipos de aerotermia, recuperadores de calor, etc si lo comparamos con los edificios que se construían no hace tantos años, incluso más si se instalan paneles fotovoltaicos. Con la subida de los consumos es un ahorro muy grande que acompañará durante toda la vida útil del edificio”.
El ahora: la rehabilitación de la zona centro
Pese a que Gijón cuenta con zonas como Nuevo Roces, Nuevo Gijón o Jove, en las que aún es posible continuar expandiendo el núcleo urbano, “la ciudad no cuenta con tanto suelo para expandirse como pueda parecer”, señala el gerente de ASPRUSA. Por ello, la rehabilitación de algunos edificios en la zona centro y semicentro de la ciudad puede suponer una gran oportunidad para quien decida vivir en la zona con más vida de la villa.
“La zona centro y semicentro tienen un recorrido importante, tanto por los edificios existentes que a veces por su estado de deterioro hay que demoler, como los que se pueden rehabilitar. Ahí contamos con mucho margen de trabajo, aunque no es fácil encontrar inmuebles de esas características a la venta”, cuenta Soto, quien, por otra parte, pone el foco en la elevada carga impositiva y lentitud burocrática que rodea la actividad empresarial en general y el sector de la promoción en particular y que son un impedimento importante para poner en valor y en el mercado edificios o rehabilitarlos y ponerlos de nuevo en el mercado.
Y es que la puesta en marcha de la construcción de un edificio no solo es bueno para el promotor, sino que, desde la visión del gerente de ASPRUSA, tanto los propietarios, como los vecinos de cada zona donde se levanta un nuevo edificio o se rehabilita un inmueble existente, se ven favorecidos porque en general se revaloriza esa zona y sus viviendas. Hecho que también revitaliza a la industria auxiliar (empresas de muebles, mudanzas, hostelería de la zona…) y a toda la economía y empleo local. “Estamos haciendo ciudad, creando nuevo patrimonio para la sociedad actual, para las generaciones futuras y para los visitantes que ven que Gijón prospera y se desarrolla cada vez más”.
Reconocimiento dentro y fuera de Asturias
Si la exquisitez en el trato le ha valido a ASPRUSA el reconocimiento de sus clientes, el buen hacer de sus promociones le ha valido también el reconocimiento profesional. Así, junto a Goncesco, Asprusa se hizo con el Premio Nacional de la Fundación Casas Históricas y Singulares de España por la rehabilitación y ampliación de la ‘Casa Álvarez Mendoza’, promovida en la calle Marqués de Casa Valdés 2 y 4. de Gijón “Además de ser un premio muy importante para nosotros, creo que se mejoró mucho esa zona de la ciudad, desde el antiguo edificio en ruinas hasta el imponente edificio y fachada actuales”, señala Soto. Además, gracias al mismo edificio, la empresa se alzó también con el Concurso Plomadas de Plata 2021, organizado por la Confederación Asturiana de la Construcción y Asprocon, lo que supuso además el “orgullo” de ser reconocidos en su propia tierra.