«Todo el mundo queremos oír que los dirigentes a los que votamos actúan al dictado de las necesidades de la tierra que los elige, no de su partido político, como acaba siendo casi siempre. En Asturias sucede lo mismo, con mensajes continuos por parte del señor Barbón respecto a la asturianía de su proyecto pero dando palmas siempre a todo lo que viene del gobierno del PSOE de Madrid»
El Partido Popular ha ganado las elecciones andaluzas, enhorabuena por su victoria inapelable y por su mayoría absoluta. El PSOE se ha descalabrado como cabía esperar. Su herencia, difícil de tragar tras décadas de gestión a “su” manera, sigue castigándoles. Vox, ese partido pensado solo para los procesos electorales y sin propuestas programáticas de ningún tipo (no tenéis más que pensar en las propuestas que ha realizado en Gijón en estos últimos tres años, ninguna), ha subido; muy poco, pero ha subido, lo que no deja de ser humillante para nuestra democracia. Por Andalucía, el nuevo mix de Podemos ha sufrido un varapalo a la altura de lo previsible, no por no ser necesaria una fuerza alternativa de izquierdas, sino por no ser necesario dar lecciones morales constante y continuamente al electorado sobre lo que debe hacerse y como debe hacerse. Mal empieza Yolanda Díaz manejando proyectos colectivos basados en lo mismo que el viejo Podemos, la total sumisión a lo que se diga desde Madrid.
Y es precisamente este hecho el que sirve para mostrar similitudes entre el proceso andaluz y las necesidades asturianas y gijonesas para dentro de un año, cuando sean las elecciones municipales y autonómicas en nuestra tierra. No esperéis que estas 857 palabras lleven a una conclusión en la que el partido que represento, sin representación institucional y derrotado sin paliativos en las anteriores elecciones, vaya a salir de este texto como la herramienta de mejora para nuestra ciudad en 2023. No, haced lo que os dé la gana, como no puede ser de otra manera y como ha sido en Andalucía, pero observemos al menos las sinergias, por lo curioso del tema.
Ha ganado el PP, y lo ha hecho rodeado de banderas andaluzas y de mensajes continuos de que los jefes del señor Moreno Bonilla no están en Madrid, sino que es la propia Andalucía. Un mensaje tan inteligente como falso. Inteligente porque todo el mundo queremos oír que los dirigentes a los que votamos actúan al dictado de las necesidades de la tierra que los elige, no de su partido político, como acaba siendo casi siempre. En Asturias sucede lo mismo, con mensajes continuos por parte del señor Barbón respecto a la asturianía de su proyecto pero dando palmas siempre a todo lo que viene del gobierno del PSOE de Madrid. En el ámbito local es lo mismo, nuestra alcaldesa Ana González no concibe, en ningún caso, contravenir ninguna de las directrices que vengan ni de Oviedo, ni por supuesto, de Madrid. Y no es por una cuestión de provincianismo ni de territorialidad, simplemente, en ambos casos, es por mantener su sueldo, mantenerse bien avenidos con su partido, no vaya a ser que, en el primer caso, se tenga que buscar un puesto de trabajo que no sea la política y en el segundo caso dejar de dar órdenes a personas adultas.
Está claro que el señor Moreno Bonilla no estará bajo los intereses de Madrid, ahora que gobierna el PSOE y Podemos, pero no tengan dudas de lo que sucederá si gobierna el señor Feijoo, será a todo que sí. Pero el mensaje cala y lleva votos. Lleva tantos votos que deja a Ciudadanos sin representación. Una lástima, la democracia debe verse como la posibilidad de elegir lo que queremos hacer y que un partido desaparezca, como así lo ha hecho Ciudadanos, aunque algunos de sus actuales representantes no se hayan dado cuenta mientras buscan sitio en el PP, no es algo para celebrar. Sin duda el total mimetismo entre sus propuestas y las del PP les ha dejado en un espacio político que ya ocupa el propio PP.
Y sobre el partido que menos representación ha obtenido, pero seguro que de los más orgullosos de la misma, Adelante Andalucía, solo confiar en que sea un proyecto que perdure y se afiance, no lo tendrá nada fácil, a la vista de las declaraciones de los que deberían ser sus compañeros, Por Andalucía, que les ha echado la culpa de sus malos resultados y de la división del voto. Habría que preguntarles a algunos representantes de Podemos y de Izquierda Unida si son conscientes de la estupidez de tal argumentación. Por esa regla de tres la mera existencia de Podemos o de IU, conlleva restar votos a otra fuerza de izquierdas, como es el PSOE. Sería mejor entonces juntarse, antes de los procesos electorales, en una gran coalición para impedir el gobierno de la derecha, no? Es decir que atacando a Adelante Andalucía defienden el bipartidismo. Un absurdo más y un motivo de cabreo a un electorado de izquierdas saturado de todo.
Quizá lo hacen porque es más fácil pararse a echar peste sobre el similar en vez de afrontar las propias carencias o la vacuidad de mensajes que suenan a viejuno y a estar muy alejados de la realidad, realidad de la que no parece estar alejada Teresa Rodríguez.
Con todo esto dentro de un año en Gijón seguro que el PP y el PSOE dirán lo mucho que les importa Gijón y lo mucho que harán por SU ciudad. Y, no tengan dudas, no lo harán.