Qué bonita era la época de Bienvenido Mr Marshall, así nos ven desde las poltronas, en blanco y negro celebrando la llegada de un mindundi. Así nos quieren
Así nos quieren, viejos y pobres, sin ningún tipo de ambición, con pocas ilusiones para que cuando le pongan pegatinas nuevas a un viejo tren todo parezca nuevo y de diseño. Nos quieren pobres, para rescatarnos con sus ideas trasnochadas, nos quieren sin opinión, para que prevalezca la del líder, nos quieren sin una mínima oportunidad de prosperar. Señores, esto no va de fútbol ni de Sporting.
Si fuera sólo fútbol, serían los propios usuarios del mismo, que por cierto, mueven más que el resto de la sociedad, salvo los del campo, los que tirarían para adelante, si fuera fútbol no habría discrepancias, todos a una y juego en equipo. Pero con la política hemos topado, la más rancia y usurera de los 45 años de democracia. De ideas caducadas, servil al líder, miedosa a la modernidad y al futuro, mediocre en decisiones y lo que más miedo me da, con cero alternativas.
No me voy a esconder, quiero el Mundial 2030 para mi región, para mi ciudad y no, no lo quiero a cualquier precio ni firmando cheques en blanco que hipotequen el futuro, no ya el mío, pero sí el de la juventud. Pero en vez de ver el vaso medio lleno, desde el Ayuntamiento solo ven lo que quieren ver: vaso vacío, casi seco y nadie te explica cómo hacer para llenarlo, te lo enseñan vacío y te dicen que lo vayas llenando tú que ya luego…
Principado, Ayuntamiento, Barbón y Moriyón, lo mismo son, herederos de lo antiguo, de lo viejuno, de la naftalina y el Brummel, ¡que no les hablen de prosperidad! Por favor, ¿para qué? Según sus teorías, la prosperidad llega sin riesgos, llega porque sí, un día te levantas y ves una Asturias próspera, con unos altos hornos de potencia mundial, con unos astilleros compitiendo en el podio del mercado náutico. Después de desayunar te asomas a la ventana y ves una Asturias limpia, verde, eco-friendly; la natalidad crece de repente un 200% y la media de edad baja a los 42 años. Los jóvenes no se van ni se resignan a ser camareros. Una Asturias rica, exportadora de sus productos. ¿Cómo se nos va a ocurrir organizar un Mundial?
Estoy cansado de políticos de espaldas y de perfil, que salen de frente en la foto y que ponen por delante su interés electoral al de su comunidad, esas y esos pueden organizar un Mundial de Petanca, porque para 2030 no tendremos para más. Qué rabia y qué envidia les da que vengan de las Américas a decirles lo que se puede hacer aquí. Ojo Orlegi, que tendrás lo tuyo, que esto no queda aquí, hay que traer el pan debajo del brazo porque aquí las panaderas dicen que ya no se amasa. Qué bonita era la época de Bienvenido Mr Marshall, así nos ven desde las poltronas, en blanco y negro celebrando la llegada de un mindundi. Así nos quieren.
Pretender que el futuro dependerá de dos partidos es no tener ni dos dedos de frente. Que lo paguen los aficionados. Otros muchos no lo somos.
Menuda pataleta. Los que queréis empufar una ciudad para tener vuestros dos o tres irrelevantes partidos y el minuto de efímera ‘gloria’ para Xixón, lo deberíais poner de vuestro bolsillo, a escote todos. El presupuesto de la ciudad se necesita para otras cosas más importantes, no para vuestro capricho futbolístico. Equiparar la industria, el reto demográfico y la ecologia con el futbol es cuando menos risible. Y por último, si a Orlegui no le gusta que nos pleguemos a sus proyectos, ya sabe dónde tiene la puerta, que disparando con polvora de rey yo también se presentar proyectos tan grandilocuentes como innecesarios.