El Principado registró en 2022 una tasa de incidencia de 10,54 por cada 100.000 habitantes, la quinta más baja de un país en el que tanto esa infección de transmisión sexual, como la sífilis y la clamidia, aumentaron de forma alarmante
La preocupación por la situación de las infecciones de transmisión sexual (ITS) en España ha vuelto a instalarse en el debate público. En especial, tras conocerse el contenido del último ‘Informe de Vigilancia Epidemiológica de las Infecciones de Transmisión Sexual‘, elaborado por la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE) con los datos correspondientes a 2022, y publicado recientemente por el Ministerio de Sanidad. Un documento que, pese a quien le pese, es tajante: en ese año se notificaron 8.141 casos de sífilis, la cifra más alta desde 1995; 26.518 casos de clamidia, cifra superior a los 20.638 de 2021, y 23.333 casos de infección gonocócica, o gonorrea, resultado que duplica el del año previo, cuando se dieron 14.862 casos. Datos todos preocupante, pero que, en el caso de esa última enfermedad, podrían tener en Asturias un cierto modelo; no en vano, el Principado sufrió en 2022 una tasa de incidencia de gonorrea de 10,54 por cada 100.000 habitantes, la quinta más baja de todo el territorio nacional.
El documento confirma un notable aumento de los casos de ITS en los últimos veinte años. Para gonorrea, en 1995 se detectaron 4.599 casos, y para sífilis, 1.010; en el caso de la clamidia los datos que se tienen son del año 2016, cuando se notificaron 7.239 casos, frente a los 26.518 de 2022. Volviendo en particular a la gonorrea, en 2022 Cataluña tuvo la tasa de incidencia más alta, de 121,88 por cada 100.000 habitantes; le siguieron el País Vasco, con 63,82; Madrid, con 58,89, y Baleares, con 48,61. En el extremo opuesto de la tabla, por debajo de Asturias sólo se emplazaron Melilla, que sufrió 4,83 por cada 100.000 habitantes; Extremadura, con 6,94, y Castilla La Mancha, con 10,30. Ceuta no notifico ningún caso en 2022. Atendiendo a la edad, las tasas más altas se dieron en el rango de los 20 a los 24 años (198,23), seguidas del grupo de 25 a 34 (167,60). Por sexo, en hombres fueron superiores a las de las mujeres en todos los grupos de edad, con 81,31 casos por cada 100.000 habitantes frente a 19,59. Finalmente, un 46,3% de los casos contó con información sobre la transmisión; de ese valor, el 21,6% fueron hombres homosexuales, un 5,5% se identificaron como varones heterosexuales, y otro 18,1%, como mujeres heterosexuales. El 51,6% de los hombres no aclaró su transmisión sexual, al igual que el 3,1% de las mujeres.
Una progresión alarmante en las últimas dos décadas
Por lo que respecta a la infección por ‘Chlamydia Trachomatis’, la tasa en 2022 fue de 62,38 casos por cada 100.000 habitantes, la más alta desde 2016. Los valores más altos se observaron en Cataluña (162,92), Navarra (111,34), País Vasco (101,00) y Madrid (61,13), y las menores, en Aragón (1,29), Extremadura (4,94) y Castilla La Mancha (7,12); de nuevo, Melilla no notifico ningún caso. El 48,2% (12.792 casos) fueron mujeres, y la mediana de edad al diagnóstico fue de 27 años, siendo las mujeres más jóvenes que los hombres (24 y 30, años respectivamente). La mayoría de los casos se produjeron entre los 25 y los 34 años (36,4%), y 20 y 24 años (26,4%). Finalmente, el porcentaje de casos entre 15 y 19 años fue del 10,9%, correspondiendo al 17,3% del total de casos en mujeres, y el 4,8% en hombres.
No conviene olvidar la sífilis, de la que en 2022 España sufrió la tasa más elevada desde 1995. Las comunidades que notificaron tasas más altas fueron Canarias (33,47), Madrid (25,93), Cataluña (24,75) y Baleares (24,67), y las de menor incidencia fueron Aragón (2,58), La Rioja (3,16) y Castilla La Mancha (4,57); Melilla volvió a librarse. Al igual que en la infección gonocócica, las tasas fueron más elevadas en hombres (31,32) que en mujeres (3,73), y el grupo de edad con las tasas más altas fue el de 25 a 34 años (48,68 por 100.000).
El informe también muestra cifras sobre los casos de linfogranuloma venéreo (LGV), infección de la que se notificaron 912 casos en 2022, cifra muy superior a la de 2021, donde se notificaron 654 casos. En esta ITS también se evidencia un crecimiento notable desde el año 2016, cuando se notificaron 248 casos. En 2022, el 98,5 por ciento de los casos notificados de LGV fueron hombres, notificándose solo catorce casos en mujeres. La mediana de edad al diagnóstico fue de 36 años, siendo superior en los hombres que en las mujeres y la mayor parte de los casos tenían entre 25 a 44 años. Finalmente, en cuanto a la situación frente al virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), el 3,4 por ciento (787) de los casos fueron positivos, el 10,4 por ciento (2.408) negativos, en el 31,6 por ciento (7.336) no se había realizado la prueba y en el 54,9 por ciento (12.802) no constaba información.