El sindicato señala que se han vuelto a establecer cierres programados y progresivos de camas, además de consultas externas, pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas
El Sindicato de Enfermería, SATSE, ha constatado que los hospitales asturianos contarán este verano con 400 camas menos en funcionamiento por el cierre estival que han realizado el conjunto de administraciones sanitarias públicas. Tras llevar a cabo un detallado análisis de la actual situación en las distintas comunidades autónomas, SATSE ha avisado de que desde el pasado mes de junio se han vuelto a establecer cierres programados y progresivos de camas, además de consultas externas, pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas en los centros hospitalarios, que se mantendrán los meses de julio, agosto y septiembre.
En concreto, y según los datos recabados por SATSE en las diferentes autonomías, está previsto que se vayan a cerrar en verano, al menos, 9.809 camas en toda España. El pasado año fueron 8.600 camas. SATSE subraya que este cierre de camas y la suspensión de consultas externas, pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas tiene «una incidencia directa en las listas de espera que sufre nuestro sistema sanitario, las cuales se han ido incrementando en los últimos años».
Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, hay 793.521 personas esperando para ser operadas. Al respecto, el Sindicato considera que podría aprovecharse el periodo estival para «reducir estas listas de espera, pero, por contra, se retrasa aún más el tiempo que deberán esperar las personas que así lo requieran».
Consecuencias de la «deficiente» planificación
Ante la falta de camas, SATSE ha advertido de que las consecuencias de la «deficiente» planificación sobre medios y recursos que realizan el conjunto de administraciones públicas para los meses de verano «han vuelto a recaer, un año más, en los profesionales sanitarios y en los pacientes». A través de un comunicado, el sindicato ha lamentado que las administraciones públicas «no han cubierto el total de las vacantes por periodo vacacional o bajas por enfermedad, lo que conlleva un aumento de la sobrecarga laboral para los compañeros que trabajan los meses de verano, algo que repercute negativamente en la atención a las personas y también en su salud».
En la misma línea, también apuntan que «muchos municipios del medio rural incrementan su población de manera considerable los meses de verano, con lo que hay más posibilidades de problemas y saturación, ya que en estos lugares no hay los recursos asistenciales y profesionales necesarios. Si ya el resto del año no se puede ofrecer la atención y cuidados que requieren las personas que viven en estas zonas de nuestro país, en verano, con más población, la situación puede agravarse», ha aseverado el sindicato.