El cierre de dos cuadras en Suarías se lleva a cabo por orden judicial al considerar que se trata de «una actividad clandestina»
La organización Asturias Ganadera ha recordado este domingo que desde hace años están insistiendo en que se deben poner medidas para proteger a las comunidades campesinas de las presiones de la neocolonización del medio rural y consideran que el caso de las cuadras clausuradas en Suarías es un lamentable ejemplo más.
El cierre de dos pequeñas cuadras en la localidad de Suarías, en el concejo de Peñamellera Baja se lleva a cabo por orden judicial al considerar que se trata de «una actividad clandestina». Desde Asturias Ganadera destacan que entre las medidas que desde hace años solicitan al Principado estaba una revisión de normativas que, como en este caso, permiten que una denuncia sobre una actividad que con una buena regulación sería perfectamente legitimable termine con la ganadería en una aldea.
«El Principado siempre ignoró nuestras demandas, y ahora puede fingir solidaridad con los vecinos y atención al problema, pero es, como de costumbre, falso. Tuvieron años para haber reaccionado a nuestras sugerencias. La proximidad a las elecciones puede obligarlos a intentar parecer que están reaccionando, nada más», indican.
Por ello exigen que se modifiquen ya las normativas que asfixian a las pequeñas cuadras de los núcleos rurales para hacerlas proporcionales a la realidad y recuerdan que una pequeña cuadra con seis terneros no necesita las instalaciones propias de una gran nave ganadera, como hoy se exige, y un buen plan de gestión de residuos junto con el reconocimiento como patrimonio rural de los sonidos y olores del campo habrían evitado el cierre de estas y otras cuadras tradicionales.
«Estas cuadras se cierran por la ineptitud del Gobierno del Principado, junto con su falta de voluntad de arreglar los problemas que sufren las pequeñas explotaciones agrarias. Una muestra más de que el campo no les interesa más que para repartir los dineros de la PAC», concluyen.
