«Hace mucho que un presidente de Asturias no pega un golpe sobre la mesa en el Gobierno del reino para dejar claro que Asturias es algo más que una idea romántica de nuestra historia hispana y que cada mes de octubre sale por la tele gracias a la visita de un Rey que entrega los premios que honran a su primogénita»
Cuando hace unos meses se conmemoró el treinta aniversario de la inauguración del AVE Madrid-Sevilla, no pude evitar una mueca pensando en que el túnel de la Perruca y la rampa de Pajares están a punto de cumplir 140 años de historia y siguen siendo el único paso ferroviario para poder cruzar la Cordillera Cantábrica. No mejoró mucho mi gesto cuando la Alta Velocidad llegó hace poco a las cuatro provincias gallegas y comprobé que existen estaciones de tren modernas y que no pasan de provisionales a eternas como en Gijón. De igual manera me mostré compungido al enterarme de que ADIF invertirá trescientos millones de euros para suprimir trescientos pasos a nivel y en Avilés la ciudad sigue partida en dos a la espera de la desaparición de una barrera ferroviaria tan antigua como las ya obsoletas baterías de coque de la antigua Ensidesa.
Y hago este ejercicio de memoria después de ver este fin de semana la reacción de un paisano de chigre, que tras leer que el presidente de Asturias iba a pedir explicaciones en Madrid de la baja ejecución de los compromisos ministeriales con el Principado. “Pero si ni siquiera dan bien el tiempu, ¿quién va a escuchar a esti carajillo!”.
No le falta razón al afirmante en la parte meteorológica de su comentario. Desde hace años Asturias prácticamente no existe en esto de la predicción y ha sido subsumida en un grupo que sí incluye con nombre a Galicia y a Euskadi, de vez en cuando a Cantabria y deja a Asturias en un genérico “Cantábrico”.
Respecto a su escepticismo sobre las explicaciones que el presidente Barbón se ha llevado en su cartera en Madrid, confío y deseo en que la realidad le quite la razón a éste tertuliano y algunos-bastantes más que no dan un duro porque el AVE Madrid-Asturias vaya de esta o que el plan de mejora de las cercanías sea algo más que un dibujo en un papel, lo mismo que la supresión de la barrera ferroviaria en Avilés o el plan de vías de Gijón.
Hace mucho que un presidente de Asturias no pega un golpe sobre la mesa en el Gobierno del reino para dejar claro que Asturias es algo más que una idea romántica de nuestra historia hispana y que cada mes de octubre sale por la tele gracias a la visita de un Rey que entrega los premios que honran a su primogénita.
El presidente del Ejecutivo asturiano ha anunciado reuniones con cinco ministros del Gobierno de Pedro Sánchez para exigir explicaciones sobre por qué el cumplimiento de las inversiones presupuestadas en Asturias solo alcanzó el año pasado un 41 por ciento, frente a porcentajes bastante más elevados en otras comunidades. No seré yo quien le diga a Adrián Barbón lo que tiene que hacer, pero si le recomiendo que si quiere rebajar el escepticismo social que arrastra envejecida comunidad desde hace décadas, no se quede en pedir explicaciones y consiga el compromiso expreso y escrito de que lo comprometido con Asturias se cumple.
Mario Benedetti escribió que el Sur también existe. Yo me arrogó hoy la voz de una mayoría social que lleva gritando muchos años que Asturias también existe. Señor Barbón, exija explicaciones, pero traiga compromisos porque es mucho lo pendiente.