Más de una veintena de asociaciones y entidades integran esta plataforma de nuevo cuño, que ayer fue presentada oficialmente en Oviedo, y cuya próxima acción será un acto poético musical en el paseo de Begoña, en Gijón

La sociedad europea vuelve a estar dividida. Desde que, el pasado 20 de enero, Donald Trump tomase posesión de su cargo como presidente de Estados Unidos y, con ello, se quebrase el equilibrio defensivo que Occidente venía exhibiendo, mejor o peor, desde la Guerra Fría, los habitantes del ‘viejo continente’ se han polarizado entre quienes defienden la necesidad de Europa de rearmarse para garantizar su autoprotección al margen de poder militar estadounidense, y aquellos que ven en medidas como la anunciada subida del presupuesto para defensa de España hasta alcanzar el 2% del PIB una muestra de militarismo e, incluso, belicismo que en nada ayudaría a garantizar la paz. Desde luego, el debate está servido, pero, en el caso de Asturias, buena parte de los integrantes de esa segunda postura han cerrado filas para constituir un frente de defensa común contra el incremento del gasto militar. El fruto de esa unión de fuerzas es la Plataforma ‘Asturies pola Paz’, una coalición de asociaciones y entidades cívicas, apoyada por varios partidos de izquierdas, que este martes fue presentada oficialmente en Oviedo.
«Desde Asturias, una tierra de acogida, de paz y solidaridad con los pueblos oprimidos, del Sáhara, de Palestina, de América Latina, de Europa y de todo el mundo, no nos resignamos a aceptar que la escalada bélica, las inversiones militares y la diplomacia agresiva sean el único camino para alcanzar la distensión en las disputas en las relaciones internacionales», comienza el manifiesto leído ayer en la plaza de España de la capital asturiana. El mismo texto que ya ha sido suscrito por más de una veintena de colectivos, incluidos Soldepaz Pachakuti, Muyeres de la Escandalera, el movimiento pensionista o el Conseyu de Mocedá, y que ha recibido el respaldo político de Izquierda Unida, Somos Asturies y Podemos. Todas esas fuerzas y personas, se recordó en el acto de este martes, son herederas de quienes, hace 39 años, votaron contra la adhesión a la OTAN, e hicieron lo propio diecisiete años después, en las manifestaciones contraria a la participación española en la Guerra de Irak. «Queremos una sociedad sin miedo, sin enemigos inventados; una sociedad que se fortalece con la cultura, el pensamiento crítico, el cuidado mutuo, la convivencia y el respeto», prosigue el documento.
Pérdida de fondos en gasto social y medioambiental, y aumento de la posibilidad de conflictos; las grandes amenazas
Todo lo anterior queda sintetizado en un listado de nueve medidas que, en esencia, exigen el cese del rearme y del incremento del gasto en defensa, el descarte de cualquier alianza de carácter militar, y el destierro de cualquier medida que pueda suponer la movilización en armas de los ciudadanos. Una posibilidad, esa última, todavía no contemplada en España, país que hace veinticuatro años disolvió su servicio militar obligatorio, pero que sí comienza a abrirse paso en otra naciones europeas que también lo suprimieron en el pasado. Pero los argumentos de ‘Asturies pola Paz’ no se detienen ahí. Sus miembros también alertan de que aumentar el gasto en defensa supondría «detraer fondos de las partidas contra el cambio climático», sin olvidar que implicaría «un recorte del gasto social y de la financiación necesaria de los servicios públicos«. Y concluyen disparando una andanada directa contra la industria armamentística, a la que afean que «para la realización de su negocio tienen que vender sus productos armamentísticos, y estos donde se demandan es en las guerras«.
Por el momento, tras el acto de ayer está prevista una nueva movilización el 27 de abril, jornada en la que se ofrecerá un recital poético musical por la paz en el paseo de Begoña, en Gijón. A partir de ahí, la Plataforma seguirá diseñando y ejecutando acciones para tratar de cambiar el actual escenario internacional y, de algún modo, lograr que el veterano grito ‘¡No a la guerra!’ resuene a lo largo y ancho del mundo.