Decenas de alumnos de Infantil, Primaria y ESO participan, por séptima edición, en la recreación del emblemático Descenso, acompañados por la Banda Gaites ‘Villa Xixón’ y con el piragüista Walter Bouzán como pregonero de lujo
Es sabido, está demostrado y resulta incuestionable que el Descenso Internacional del Río Sella es, de lago, uno de los acontecimientos más multitudinarios de cuantos, año tras año, se producen en Asturias. Ya sea por el espíritu deportivo, por el afán aventurero o por la llamada de la folixa, miles de personas se incorporan a cada nueva edición, con independencia de su origen, de su sexo e, incluso, de su edad… A medias. Porque qué duda cabe de que un evento como el que nos ocupa, por pura y simple seguridad, no es, quizá, apto para los más pequeños… Una limitación que, sin embargo, no ha impedido al alumnado del Colegio Juan Pablo II-San Miguel de Gijón organizar su propio Descenso… ¡En tierra firme! Así, decenas de alumnos de Primaria, Infantil y ESO protagonizaron este martes esa ‘prueba’ de remo terrestre, decididos a disfrutar de una pizca de esa leyenda que la envuelve. Y ya van siete ediciones, nada menos, aunque la de este año ha contado con un pregonero de lujo: el laureado piragüista Walter Bouzán, once veces vencedor del Sella.
Ante la sorprendida y divertida mirada de los representantes del Comité Organizador del Descenso, de la Plataforma ‘Amigos de Dionisio de la Huerta’ y de la Asociación de Veteranos de Piragüismo de Asturias, durante varias horas los niños y adolescentes aprendieron la fascinante historia que se oculta tras la competición, una información de lo más útil a la hora de encarar el siguiente reto de la jornada: equiparse para ‘bajar’ el río. Porque los propios participantes tuvieron que fabricar de cero sus propios remos, chalecos salvavidas piraguas y, cómo iban a faltar, monteras piconas, todo lo necesario para, al fin, echarse al ‘agua’ y disputar esa reinterpretación de la prueba. Desde la metafórica orilla, Bouzán y el resto del público animaron y aplaudieron a los contendientes, imprimiéndoles el espíritu de sana deportividad y respeto por el medio ambiente que son seña de identidad del Descenso. Por su parte, la Banda Gaites ‘Villa Xión’ fue la encargada de proporcionar la mota musical, coronada por un muy jaleado ‘Asturias, patria querida’.
En fin, un acontecimiento para el recuerdo que ha llevado a que, a estas horas, sean muchos los que sueñen con echarse de verdad al agua… O, como mínimo, con soñar con la edición del año que viene.