El derrame de la carga en el interior de un túnel mantuvo la carretera completamente cortada durante dos horas, hasta que se logró habilitar un carril; tres de los afectado tuvieron que ser trasladados a dependencias sanitarias

Esta mañana el túnel de la Bolgachina, construido sobre la A-66, una de las rutas de entrada y salida a Oviedo, ofrece una estampa de absoluta normalidad. Tráfico fluido, cientos de personas transitando hacia o desde sus centros de trabajo o estudio, cero incidencias… Nada que ver con el suceso ocurrido ayer jueves y que, por espacio de cinco horas, mantuvo el equipamiento cortado, primero, y limitado a la circulación, después. Un caos desatado después de que un camión que transportaba brea sólida aglomerada (que, en un primer momento, fue erróneamente identificada por las autoridades como carbón) derramase su carga en el interior del túnel, provocando un accidentes múltiple en el que se vieron implicados hasta una decena de vehículos, y que dejó un saldo humano de siete personas heridas leves. Tres de ellas tuvieron que ser trasladadas a dependencias sanitarias.
Los problemas comenzaron a las 13.40 horas, momento en que se produjo la pérdida del cargamento del camión. La Bolgachina se llenó de brea y polvo, impidiendo la visión y derivando en problemas respiratorios. De inmediato, la Guardia Civil envió seis patrullas adscritas a los Destacamentos de Tráfico de Oviedo y Mieres, que procedieron a desviar la circulación; al mismo tiempo, bomberos y sanitarios evacuaron el túnel y prestaron las primeras atenciones a los afectados. Para las 15.40 el carril izquierdo de La Bolgachina quedaba despejado, permitiendo el paso de vehículos y aliviando las retenciones kilométricas vividas no sólo en la propia A-66, sino también en la A-63 y en la salida de Oviedo que conectaba con el punto del incidente. No obstante, los trabajos de las cuadrillas profesionales dieron fruto, y a las 18.31 horas se anunciaba la completa apertura de la ruta.