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En la década de 1920 se inicia la moda de tomar baños de agua en la mar por sus beneficios para la salud, pero no eran tan recomendables los baños de sol, por el peligro de insolación y de exposición de la piel. Este hecho y el pudor excesivo de la época provocan que las primeras bañistas acudan a la playa con vestidos de cuerpo entero, como se aprecia en la foto tomada en la playa de San Lorenzo.
En estos años la gente mayor acudía a la playa a pasearse y a sentarse a descansar tomando el sol y el aire, pues el baño se reservaba a los niños que jugaban y correteaban en la arena y se introducían en el agua controlados por unos bañeros que desde las lanchas vigilaban su seguridad. En la foto de Fernández Villaverde de 1919 también se puede distinguir con claridad la iglesia de San Pedro en su aspecto original.