«Tenemos una gran deuda con nuestros jóvenes que merecen más y mejores oportunidades vitales y laborales», ha afirmado el presidente
El presidente del Principado, el socialista Adrián Barbón, ha indicado que su Ejecutivo va a continuar «ejerciendo presión» sobre el de España para conseguir que las autoridades europeas autoricen «cuanto antes» los recursos necesarios para poner en marcha el plan de descarbonización de Arcelor, «el auténtico seguro de supervivencia de la gran empresa siderúrgica y, con ella, de la industria asturiana».
Por otro lado, ha situado la buena ejecución de los fondos europeos como la «garantía» del éxito de la transición ecológica y digital y el fortalecimiento de un tejido empresarial basado en la ciencia, la investigación y la tecnología, además de la industria agroalimentaria «llamada a ser uno de los pegollos de nuestra economía».
También ha indicado que aunque la minería ha terminado «no su cultura ni las posibilidades de crecimiento económico de la mano de nuevos proyectos como los que ya está liderando Hunosa, las restauraciones iniciadas en Ibias, Tineo y Degaña o las iniciativas que impulsarán en breve los fondos de transición justa».
En su discurso de fin de año, grabado en el Museo de la Minería de L’Entregu y donde ha hablado en castellano, asturiano y gallego-asturiano, Barbón ha recordado que aunque en mayo va a haber elecciones autonómicas, la prioridad del Principado no serán los comicios sino «defender los intereses de Asturias».
El presidente ha recordado la aprobación de los presupuestos regionales de 2023 y de todos los anteriores de esta legislatura, lo que a su juicio supone «una contundente prueba de estabilidad, una condición muy necesaria en la situación de incertidumbre internacional que sufrimos».
Sobre las cuentas de este año, Barbón ha recordado las medidas para encarar el desafío demográfico, que ha situado dentro de «la vía fiscal asturiana» que «beneficia a la gran mayoría social y, sobre todo, a quienes menos tienen». «Sin justicia fiscal tampoco es posible la justicia social», ha explicado, para insistir en la necesidad de aprobar leyes que permitan la «poda de los excesos administrativos». «Somos un gobierno en guerra abierta con la burocracia», ha afirmado.
También ha recordado que en 2023 se pondrá en marcha la Variante de Pajares y, por eso, el Principado quiere aprovechar su potencial turístico, industrial y logístico y dejar atrás «el tópico de la Asturias incomunicada y aislada». Así, ha indicado que la realidad es «la mejora continua de la malla de autovías y carreteras, con especial atención al medio rural y las alas de la región», además de «la superación de retrasos sedimentados durante décadas y la apuesta por esa obligación con el planeta que se llama movilidad sostenible».
Sobre los tres últimos años, Barbón ha recordado que han estado marcados por la pandemia y las consecuencias de la guerra en Ucrania, por lo que ha sido «el período más difícil de nuestra historia autonómica, peor incluso que los tiempos turbulentos de la reconversión industrial». Con todo, «juntos, con unión y entendimiento, hemos conseguido grandes logros».
Así, ha recordado el «ejemplo estatal» de la respuesta asturiana a la crisis sanitaria y el «peso y prestigio» turístico de la región como destino de calidad, entre otras cuestiones, aunque ha recordado tareas pendientes como rebajar las listas de espera sanitarias o la juventud. «Tenemos una gran deuda con nuestros jóvenes que merecen más y mejores oportunidades vitales y laborales», ha afirmado.
El presidente ha defendido también su asturianismo hablando de «orgullo de pertenencia» y de «recuperación del autoestima» para «desterrar el miedo al cambio». «Los asturianos saben que la modernización de su tierra no es imposible, sino que está al alcance de sus manos, que el Principado está en condiciones de ponerse a la vanguardia de la revolución industrial imparable que vive Europa», ha afirmado.
Para finalizar ha situado la «mejor Asturias» que quieren construir desde el Ejecutivo como una región «próspera, con igualdad plena entre hombres y mujeres, respetuosa con la diversidad sexual y orgullosa de su identidad que estamos labrando día a día». Una «patria moderna, acogedora, de puertas y ventanas abiertas», ha sentenciado.