La salida esta mañana del primer convoy comercial AVRIL rumbo a Madrid inicia una nueva etapa en el transporte ferroviario de pasajeros en el Principado, un hito que sucede a la apertura de la Variante a finales del año pasado
Era aún noche cerrada en Gijón. La estación de Sanz-Crespo permanecía envuelta en la oscuridad del crepúsculo, sólo rota por las brillantes esferas de la iluminación de los andenes. En ese escenario digno de una película, cuando los relojes marcaban las seis y dos minutos de la mañana, la larga y sinuosa silueta blanca del convoy de la serie 106 de Talgo, el primero del nuevo servicio AVRIL que enlazaría Asturias con Madrid de forma comercial, emprendía la marcha hacia la capital española, cumpliendo con el horario previsto, e inaugurando en la región una nueva era para el transporte ferroviario, sucesora lógica de aquel primer hito que fue la apertura de la Variante de Pajares en noviembre del año pasado.
Mientras los pasajeros de esa composición inaugural aprovechaban para inmortalizar la experiencia con sus smartphones, comentarla con sus compañeros de asiento o, los más, ganarle horas al sueño hasta llegar a destino, las muestras de júbilo se sucedían en la escena política autóctona y nacional. Y a esa alegría generalizada no ha escapado el presidente del Principado, Adrián Barbón. Siempre activo en sus redes sociales, el dirigente regional ha recurrido a su cuenta en X, la antigua Twitter, para compartir una publicación del ministro de Transportes, Oscar Puente, en la que inmortalizaba la partida del AVRIL desde Gijón, calificándola como un conjunto de «imágenes para la historia«. Barbón, por su parte, ha ahondado en las palabras de Puente, recalando que es «un día que en Asturias no vamos a olvidar. El AVE ya está aquí«.