El presidente del Principado ha recurrido a su cuenta en X para celebrar el anuncio hecho por el que fuese vicepresidente de Castilla y León, y dirigente más joven de Vox, recordando su «agresividad» y su dedicación a «insultar a los demás»
El aparente desmembramiento que Vox parece sufrir a nivel nacional entre los que fueron sus cuadros más reconocibles continúa. Macarena Olona, Iván Espinosa de los Monteros, Rocío Monasterio… Y, desde este lunes, Juan García-Gallardo. El que fuese vicepresidente de la Junta de Castilla y León hasta su dimisión el pasado 12 de julio, y líder del partido en dicha comunidad, anunciaba ayer el abandono de toda actividad política, al tiempo que criticaba una presunta falta de pluralidad en el seno de la formación de Santiago Abascal, y vaticinaba que «acabar con las oligarquías dentro de los partidos es una quimera». Independientemente de tales reflexiones, su decisión ha sido acogida con una generalizada sensación de alivio, especialmente en las fuerzas de izquierdas. Y el mismísimo presidente del Principado, el socialista Adrián Barbón, se ha pronunciado al respecto a través de su perfil en la red social X.
«Se va alguien que se dedicó a insultar a los demás -a mí entre ellos-, a manifestarse de forma agresiva con la extrema derecha en la sede del PSOE de Ferraz y a cobrar un sueldo sin tener competencia material alguna«, ha proclamado el dirigente asturiano. La suya ha sido una referencia a cierto tweet publicado por García Gallardo en noviembre de 2023, cuando, en el marco del apoyo a los pactos de investidura que posibilitaron la continuidad de Pedro Sánchez en La Moncloa, tachó a Barbón de «traidor a tu tierra, como todos los socialistas que aún no han roto su carnet del PSOE«. Fruto de semejante exabrupto, el presidente del Principado solicitó a su homólogo castellanoleonés, Alfonso Fernández Mañueco, del PP, que desautorizase a su ‘número dos’ de Vox, al entender sus palabras como «impropias de una democracia», algo que, en última instancia, el aludido no hizo.
No obstante, la ‘leyenda negra’ en torno a García-Gallardo no ha sido alimentada únicamente por ese hecho. En su historial figuran sus polémicas posiciones antiabortistas, incluida su defensa de que el latido del feto fuese compartido con las madres gestantes deseosas de interrumpir su embarazo; su pretensión de reemplazar las leyes contra la violencia de género por otras que combatiese la violencia intrafamiliar, o su idea de que la despoblación de la provincia de Zamora respondía a la «hipersexualización de la sociedad». Todo ello, aderezado con un amplio catálogo de descalificaciones e insultos dirigidos a sus opositores políticos y hasta a sus aliados del PP. De ahí que no sorprenda que Barbón haya decidido zanjar su escueto mensaje en X con un esclarecedor «Tanta paz lleve como… En este caso, tanta paz deja«.