El nuevo director asegura que su mandato no afectará a la esencia del acontecimiento

Esta mañana se celebraba, como cada año en el antiguo astillero, la presentación anual de la Semana Negra. Uno de los acontecimientos más significativos de la ciudad de Gijón cuenta con nuevo director desde septiembre del año pasado, pasando Ángel de la Calle el relevo direccional a Miguel Barrero. Frente a esta situación, el nuevo director aprovechó la presentación conmemorativa para recordar que la esencia de la semana negra no se modificará con su llegada, en un acto donde destacaron los dos principios fundamentales del evento «Fomentar la lectura y crear un foro donde los autores puedan coexistir».
Este acontecimiento literario albergará más de 200 autores, entre los que destacan nombres como Leonardo Padura y Jordi Sierra i Fabra, y rendirá homenaje a toda una literatura hispana transatlántica, haciendo hincapié en figuras como Julio Cortázar o Antonio Machado entre otros. Según señaló Montserrat López Moro, Concejala de Cultura en el Ayuntamiento, la Semana Negra está pensada para el disfrute de todos sus asistentes y confía en que la nueva directiva de Barrero traiga consigo el éxito esperado. Del mismo modo, el Director General de Política Lingüística en Asturias, Antón García, cree importante el relevo generacional en la dirección, puesto que impulsará el alcance del evento hacia otros niveles.

Del mismo modo, los oradores no han dudado en destacar la consideración de la presencia ciudadana en el recinto, para la que Barrero promete ofrecer «La mayor Semana Negra de la historia, no solo por el número de invitados, que son más de 250, sino también por los 5 espacios de actividad habilitados, teniendo en cuenta el Podcast que se emitirá durante toda la semana en directo». Además, para disfrute de muchos, esta edición reunirá una recopilación de textos escritos sobre la Revolución del 34, con motivo del 90 aniversario de un acontecimiento sobre el que, según Becerro, «Se puede aprender, o no».
Uno de los protagonistas de la presentación fue el tradicional rufo, concretamente una «rufa», la tercera figura femenina en los 37 años de celebración de la Semana. Vestida con un clásico traje de futbol y sosteniendo un balón, la rufa se posicionaba como la reina del evento, haciendo un giño hacia el fanatismo futbolístico que presenta la ciudad.
El festival del género negro por antonomasia traerá consigo diez días dados a la literatura, el análisis social y el pensamiento critico, creando un caldo de cultivo idóneo para hacer de Gijón uno de los puntos centrales de la literatura en España.