Despedirse del trabajo de toda una vida estando divina y estupenda es probablemente lo que desea cualquier persona al jubilarse
Despedirse del trabajo de toda una vida estando divina y estupenda es probablemente lo que desea cualquier persona a la que le toca jubilarse. Y así es como luce Ana Fernández Victorero.
Y dice adiós a una intensa vida laboral, toda ella centrada en el mundo de las notarías, que comenzó en el año 1976 junto al notario José Manuel Iglesias y López de Vivigo, para luego trabajar con Teodoro Azaustre Torrecilla, con Celso Méndez Ureña, José Eduardo García Pérez, hasta llegar a la notaría de Montserrat Martínez López, desde donde da por finalizada su etapa de trabajo, aunque dejando huella, ya que su hija Alejandra pasa a formar parte del equipo de Martínez López.
El restaurante Ume se encargó de la cena despedida, donde estuvo acompañada de su marido, Juan Eduardo Méndez Marino, su hija y todos los compañeros de la notaría de la calle Instituto.
Y ahora a disfrutar. Y qué mejor manera de empezar desde un destino como el de Mallorca.
Es a lo que aspiramos todos. Llegar bien a ese día y poder disfrutar de todas esas cositas que años antes vamos apuntando en un papiro mental para iniciar nuestro merecido descanso. Felicidades y salud .
Ahora a disfrutar de esta nueva etapa, con ganas e ilusión.
Que buenos recuerdos de aquellos primeros años de trabajo que compartimos con tantos «protestos» y horas extraordinarias.
Un abrazo muy fuerte
Mericidisimo descanso. Ahora podemos volver a la vida adolescente que fue cuando empezamos y con los nuestros❤️❤️❤️❤️Ya tenemos tiempo