El bailarín asturiano dirige la X Gala Internacional de Danza que se celebra en el Teatro Auditorio de Pola de Siero el próximo sábado
En su página web, Borja Villa (Siero, 1991) ya realiza su propia declaración de intenciones: «Intentaré que en Asturias y en España la danza ocupe el lugar que le corresponde en el difícil mundo de las Artes Escénicas”. Tras promover la celebración de la Gala Internacional de Danza en la capital polesa, se puede decir que el bailarín asturiano logró lo que quería desde que comenzó su carrera a los 15 años; incluso más. Ha llevado al Principado «por bandera» a todos los lugares del mundo que recorre, ha ubicado Siero en el mapa para una parte del público internacional y ha logrado reunir a un elenco de importantes artistas a nivel europeo, que se dan cita con el público en esta décima edición el próximo sábado, 11 de noviembre, en el Teatro Auditorio de la Pola a las 20.00 horas.
Pero el hito que más le enorgullece tiene que ver con haber creado un recital accesible para todos los bolsillos. El precio de las entradas, 15 euros, es «el más barato que se puede pagar en España por una actuación de esta envergadura», asegura. «Tengo amigos en la profesión que también gestionan galas del mismo nivel en otros puntos del país y suelen tener un coste de 35 euros por entrada», argumenta el director. En ese sentido, agradece el apoyo del Ayuntamiento y de la Fundación Municipal de Cultura, ya que «dar este tipo de oportunidades ayuda a romper un poco ese monopolio artístico que se suele crear en torno a las grandes ciudades» en favor de localidades más pequeñas, como «las Cuencas o Siero, en el caso asturiano». En opinión del bailarín, «cada teatro tiene su público y su programación», y solo con nuevos atractivos como la gala «podemos hacer que la gente se acuerde de que no solo hay artes escénicas en Gijón o en Oviedo».
Como apasionado de su tierra, tiene la firme convicción de que «a través de la cultura pueden conseguirse muchas cosas», incluso combatir la pérdida de habitantes en la región. «A la gente le gusta Asturias, ya lo vemos con el boom del turismo. Nos vamos porque debemos, no porque queramos», reflexiona. Con su propuesta quiso remar a favor de esta causa y «generar un nuevo público en el concejo que se ha ido fidelizando, que sienta ganas de ir al teatro».
Al otro lado del escenario, la Gala Internacional de Asturias también ha terminado triunfando. «A mis compañeros ya les llama y hay una energía para venir a bailar por parte de muchos que me dicen: ‘¡A ver cuándo me invitas a actuar!'» Entre los bailarines para esta ocasión y anteriores participantes, Villar confiesa haber creado un grupo cada vez más numeroso de visitantes extranjeros al Principado durante esos días, cerca de 80 personas.
El cartel de este fin de semana arranca con Elisa Badenes y Martí Paixa, primeros bailarines del Stuttgart Ballet y «dos de las figuras más importantes de la danza clásica a nivel europeo ahora mismo», quienes llevarán a cabo el paso a dos del balcón de ‘Romeo y Julieta’ además de ‘Spring Waters’, una pieza «corta pero muy virtuosa». A ellos se sumarán Irene Tela y Albert Hernández, quienes pertenecen al Ballet Nacional de España además de haber fundado una compañía propia, La Venidera. «Presentan una creación propia que fusiona danza contemporánea con flamenco y una pieza cedida por la Compañía Nacional de Danza», comenta Borja.
Aida Badia y Aleix Mañé, «dos grandes genios» asiduos del festival, también fueron ex-solistas de la CND y ahora se encuentran inmersos en el mundo de la coreografía. En solitario, Stefano Maggiolo interpretará ‘El lago de los cisnes’ acompañado con piano y violonchelo. Antes de hacerse freelance, el bailarín actuó para La Scala de Milán o la compañía de Víctor Ullate. Por último, el padrino de la gala, Aitor Arrieta, realizará otra pieza en solitario además de llevar a cabo una masterclass gratuita en el Conservatorio Profesional de Música y Danza de La Laboral en Gijón el viernes 10, día previo a la gala. El guipuzcoano forma parte del English National Ballet desde el año 2016. En resumen para Villa, «un espectáculo de auténtico lujo» en su querida Pola.