«Empezó muy rápido, de repente se levantó todo el mundo para ver cómo pegaban a uno de ellos patadas en la cara», cuentan testigos

Anoche, a partir de las 22.30 horas y cuando la Ruta de los Vinos de Gijón se encontraba en plena ebullición de fin de semana, en cuestión de segundos se desató una brutal pelea entre una decena de personas. El suceso se produjo al final de la calle Begoña, en la plaza del Monte de Piedad con calle Instituto, una de los puntos más concurridos de la zona de bares gijonesa y tiene origen en rivalidades futbolísticas. Según los propietarios del principal bar afectado, todo comenzó cuando un conjunto de «ultras del Valladolid y del Oviedo se unieron para dirigirse a la plaza» en la que se encontraban varios seguidores del Sporting, que sí se encontraban consumiendo en el local. A partir de un comentario por parte de los primeros en busca de enfrentamiento, un tercer chico trató de rebajar la tensión, pero sin embargo se convirtió en el blanco de los primeros golpes que comenzaron a propinarle los seguidores de ambos equipos. A partir de ahí, los dueños del local ubicado en la plaza observaron cómo «comenzaron a sumarse miembros del grupo de sportinguistas» al que se dirigieron en primer lugar, desatando una pelea brutal con unas diez personas de por medio entre ambos bandos.
«Yo me enteré porque empecé a sentir golpes brutales contra mobiliario de las terrazas y vi que todo el mundo se levantaba para ver qué estaba ocurriendo«, recuerda la propietaria de una vinatería cercana al escenario de la pelea, en la calle Begoña. En cuanto la gente, «muy alterada», quiso darse cuenta, estaban volando por el aire botellas, puñetazos y sillazos, además de sangre de los involucrados derramada por el suelo, patadas en la cara, y golpes de todo tipo. Las sillas y mesas de todos los negocios se vieron intactos porque la pelea se fue trasladando a la calle Instituto, pero el local ubicado en la propia plaza sufrió la rotura de elementos como una mampara de cristal.
A los diez minutos y después de varias llamadas telefónicas alertando de la situación por parte de clientes, trabajadores y propietarios, varias patrullas de la Policía Nacional aparecieron en el lugar de los hechos, aunque a su llegada los protagonistas de la pelea ya habían huído al escuchar las sirenas. Fuentes policiales aseguran no haber podido alcanzar a ningún sospechoso, ni haber podido identificar a algún presunto involucrado. Tampoco ha habido denuncia por parte del local afectado durante los golpes y los agentes solo pudieron contar con el testimonio de los allí presentes. Sin embargo, aseguran que se mantiene abierta una investigación que pueda constatar y clarificar lo sucedido.