La marca asturiana apuesta por sus variedades de sidra Camín sin alcohol y Lagar de Camín, ambas ‘cero’, para despedir el año por todo lo alto sin tener que preocuparse a la hora de ponerse al volante

Son miles los hogares asturianos que, a estas alturas, ya han puesto a enfriar las bebidas con las que regarán el cambio de año. Y, con ello, comienzan también las dudas acerca de quién deberá privarse de ellas para no dar positivo en el control de alcoholemia o, peor aún, sufrir un percance en la carretera al volver a casa. Con Trabanco, sin embargo, esa disyuntiva es ya cosa el pasado. La archiconocida marca de sidra ha aunado su bien hacer con la premisa del alcohol free para ofrecer a los amantes de la bebida más emblemática del Principado variedades totalmente ‘cero’, seguras y con las que se podrá disfrutar de la Nochevieja, y de cualquier otra situación, sin preocuparse por las consecuencias en la carretera.
En concreto, son dos las variedades con dicha característica que Trabanco ha lanzado al mercado: la sidra Camín sin alcohol y la Lagar de Camín sin alcohol. La primera de ellas es una sidra natural, elaborada con manzanas sidreras y sidra desalcoholizada, que presenta una graduación inferior a 0,90% vol. Es, además, una bebida pensada para sorprender por su similitud en sabor con las sidras de siempre, y que ya se ha hecho un hueco en las bodegas de un buen número de restaurantes, sidrerías y llagares. Por su parte, la Lagar de Camín es una sidra Brut, perfecta para tomar en mesa y acompañar los postres, o para brindar en todo tipo de celebraciones, al contar con una graduación igualmente inferior a 0,90% vol. Ambas pueden encontrarse tanto en locales de hostelería, como en la propia Casa Trabanco, que también las distribuye a particulares a través de su web.
Pero no todas las propuesta de Trabanco se circunscriben a lo meramente embotellado. Otro de sus productos estrella para estas Navidades es la ‘Visita orígenes y túnel de la sidra’, durante la que se ofrece un recorrido por el mundo Trabanco de mano de los guardianes de esta marca, que en dos años se convertirá en centenaria. Serán ellos quienes muestren al visitante algunos de los secretos mejor guardados de una de las sidras con más historia de la región, adentrándose también en la filosofía que ha permitido a esta empresa asturiana llegar hasta nuestros días.
El recorrido se completará con una visita al Túnel de la Sidra, un túnel ferroviario construido a principios de 1892 que sirvió como línea de transporte del carbón de la Cuenca Minera hasta El Musel y el puerto de Gijón. Una trazado fantasma que guarda hoy algo más de un millón de litros de sidra, así como el museo familiar de Casa Trabanco. Todo ello, además, se puede completar con un Menú Asturiano para dos personas, donde disfrutar de los platos más típicos de la región, elaborados con productos locales, incluso de la propia huertina de Casa Trabanco.