«En estos tiempos en los que el folclore se ha convertido en el nuevo artículo de moda, Burbús llega para abrirnos los sentidos con una reinterpretación totalmente personalizada del post-folk, del tradi con aires oscuros y quizá ancestrales»
Hoy vengo a hablaros de un proyecto musical con semilla arraigada en Gijón, que contiene todos los mimbres para convertirse en una de las bandas con influencias tradicionales de referencia dentro de nuestra tierra. Y lo digo desde mi profano sentido de la crítica al mundo musical folk asturiano, que creo y afirmo necesita un giro de tuerca urgente, más que nada para conseguir revivir de su larga letanía de repeticiones melódicas y esquemas manidos y archi-retocados, que desgraciadamente lleva años profiriéndole al género una muerte lenta e inevitable.
Pero sin entrar en banales debates, hablemos de Burbús.
Esta banda comienza a fraguarse en 2021 en torno al director y al profesor de violín de la Escuela de Música Tradicional Villa de Xixón. Pronto se incorporan el resto de componentes, músicos de larga trayectoria que ya habían tenido oportunidad de compartir tablas y docencia con los primeros impulsores del proyecto. La música tradicional fue el punto de partida común, pero rápidamente consiguieron enfocar el rumbo hacia un lugar muy alejado de los estilos musicales concretos y el encorsetamiento que ello supone, ¡Y qué tanta falta hacía en la escena musical astur!
Con una combinación variopinta y ecléctica de temas propios y revisiones de temas tradicionales, Burbús se gesta a fuego lento durante más de un año de labor y preparación hasta pulir su repertorio y encontrar su personalidad y su lugar en el espectro artístico.
Versatilidad, creatividad e ideas nuevas, pocos prejuicios y mucho trabajo. En estos tiempos en los que el folclore se ha convertido en el nuevo artículo de moda, Burbús llega para abrirnos los sentidos con una reinterpretación totalmente personalizada del post-folk, del tradi con aires oscuros y quizá ancestrales. La voz de “Ún de Grao” protagoniza los temas cantados que contienen una carga poderosa de voz de la tierra, que rezuma nostalgia y verdor, que acongoja y que atraviesa.
José Luis García es la gaita cantante y las flautas virtuosas de Burbús. Juan Diego Gómez domina y seduce al violín. Ginés Fernández integra los acordeones con cuerpo y alma de la banda. José Martínez “Ún de Grao” es la guitarra sedosa y la voz solista y cuidada de Burbús. Javier San Marcos es el bajo bien temperado, chelo y coros camerísticos del grupo. Curiosamente todos excepto uno de los integrantes tienen formación clásica, y todos también coinciden en su gusto por el heavy en diferente grado. También coinciden en la docencia compatible con lides artísticas, influencias de jazz, clásica y tradicional que dialogan y crean y se recrean.
Cuando ustedes escuchen a “Burbús” sabrán de qué les hablo y también sabremos que algo está cambiando en la escena musical post-pandémica. Hay que tener valentía y muchos bemoles para abrir caminos nuevos a la música tradicional ya no sólo en la Península si no en nuestro territorio que tantas veces peca de cainita. Reconforta saber que hay profesores-músicos como los integrantes de “Burbús” con la inquietud de la ardilla. Que están componiendo temas que posiblemente puedan nutrir una banda sonora épica o abrir un gran espectáculo que plasme la nueva realidad de una Asturias creativa que está despertando de un infinito letargo. Gijón, Avilés y localizaciones de occidente verán el debut de Burbús cuando las primeras flores de abril florezcan. Mientras, sólo nos queda escuchar atentos el burbuseo que viene, que murmura y que ruge. En la mar, en el monte, en las caleyas del pueblo y en los cauces de los ríos. Murmura y ruge, y nos sorprende.
Gracies Anabel