El líder de la plataforma ‘Por una Camocha mejor’ regresa al poder tras casi cuatro décadas, avalado por el 75,9% de los votos y con la voluntad de «poner el poblado al día» respetando el trabajo hecho por Herminio Torre

Dura, reñida, complicada, tensa… Incluso sucia, en opinión de algunos. Muchos y variados han sido los calificativos utilizados para describir la campaña electoral que, durante las últimas semanas, se ha desarrollado en el poblado de La Camocha. Pero la lucha ha terminado, los contendientes han enterrado sus respectivas hachas de guerra y, lo más importante, la población ha hablado. Con voz clara, además. Apoyada por un 75,9% de los lugareños, un porcentaje nada desdeñable para un total de 183 votos emitidos, la candidatura que encabeza Jesús Alonso Prieto era elegida este miércoles para asumir la presidencia de la asociación vecinal durante los próximos años. Su regreso al cargo, casi cuatro décadas después de haberlo ostentado por última vez, marca el fin de la polémica etapa de Adrián Arias, sucesor de Herminio Torre, quien ostentó el liderazgo durante doce años.
«Ha habido muchísima afluencia de gente; estábamos asustados», ríe hoy Laura Naya, mano derecha de Prieto y designada secretaria de la entidad. Y no le falta razón. Desde que, a las seis de la tarde, se iniciase la asamblea ordinaria, seguida una hora después por una segunda extraordinaria, cerca de doscientas personas se acercaron a la plaza municipal para depositar su voto. Hubo que esperar hasta casi las diez de la noche para conocer el resultado definitivo, con 139 papeletas a favor de la lista ganadora, creada en torno a la plataforma ‘Por una Camocha mejor’. Por comparación, los 44 apoyos obtenidos por la segunda candidatura, formada por Fernanda Diego Revilla, resultaron mucho más discretos. Y así, junto con Prieto y Naya, el resto del organigrama de la asociación lo conforman David García, en el rol de vicepresidente; Gloria Cabrera, como vicesecretaria, y Ana María Martínez, en calidad de tesorera. Juan Ignacio González, Antonio Morán, Josefina Ferreira, Mariana Gutiérrez y Milagros Piles ejercerán de vocales.

Los resultados de ayer zanjan un periplo electoral en el que, admite Naya, ambos contendientes han recurrido a prácticas no siempre honrosas. «No queremos cargar las tintas, pero ha habido tiras y aflojas, acusaciones mutuas en las redes sociales… Ha sido una campaña muy luchada, por ambas partes, pero no es nada que no se pueda restaurar», confiesa la ahora secretaria. Aun así, las sensaciones que quedan son positivas; y la voluntad del equipo entrante, trabajar para «poner La Camocha al día». Desde luego, frentes en los que pelear no les faltan… En la lista de tareas pendientes más urgentes figuran presionar a las Administraciones para que actúen sobre el conocido como ‘edificio de Marina‘, «que es una ruina»; exigir al Ayuntamiento que retome la limpieza de patios, a razón de uno por año, «como se prometió y no se ha hecho», y conocer la situación del proceso de construcción del futuro centro de salud.
También se proponen reclamar la ampliación de la plantilla del actual consultorio, incluyendo «un pediatra y un trabajador social», y, fundamental, llamar la atención sobre el aumento de la presencia policial. «Esto sigue siendo ‘La Camocha City: ciudad sin ley’; pasan coches a gran velocidad, hay mercado de droga… No queremos un estado de sitio, pero sí más seguridad». De cara a conseguir todo lo anterior, Naya celebra que, afortunadamente, las relaciones actuales con el Consistorio son positivas. «En principio, creo que va a ir bien; hemos tenido reuniones con el concejal Guzmán Pendás y con Abel Junquera (coordinador del Grupo de Trabajo de la Zona Rural del PP), y tomaron nota de nuestras necesidades; ahora que ya estamos en los cargos, volveremos a hablar con ellos», comenta.
Eso sí, tanto ella como Prieto y los restantes miembros del nuevo equipo son tajantes, de cara a tranquilizar ánimos en el poblado: el legado de Herminio Torre no será dinamitado. «Hizo muchísimas cosas por La Camocha, y también Adrián tuvo una actuación notable, hasta que tuvo que irse a Madrid, que fue cuando empezaron a hacer sólo lo imprescindible», sentencia. Y garantiza que esa labor, «especialmente la de Torre, vamos a respetarla como si la hubiese hecho nuestro propio padre. Nuestra admiración por él es infinita».