Desde hace tres años Sandro Mestre aprovecha las instalaciones de la Asociación Vecinal para impartir esta disciplina, mezcla de danza, despliegue acrobático y estilo de lucha; este sábado celebrará una gala temática en el local social del barrio gijonés

Seamos sinceros… De primeras, ¿qué viene a la mente cuando uno piensa en las actividades que un colectivo vecinal puede ofrecer en sus instalaciones? Bien, el catálogo es amplio y variado, desde luego, aunque también familiar: calistenia, teatro, baile en sus mil y una formas, alguna que otra manualidad… Por eso, es inevitable que, al echar un vistazo al listado de propuestas de Asociación Santa Bárbara, una palabra de cuantas pueblan su calendario llame la atención de forma poderosa: «capoeira«. Sí, exacto… Capoeira. La disciplina que fusiona la danza y el potencial acrobático con las habilidades de lucha, convertida en uno de los emblemas deportivos de Brasil… Y que, hace ya tres años, Sandro Mestre Marcha Lenta, fundador y gerente del Centro Cultural Batuqueiro, se ofreció a introducir en la relación de iniciativas de las que disfrutar en ese barrio meridional gijonés. El experimento funcionó, y hoy, con una pequeña legión de adeptos a su alrededor, su impulsor encara el que será su siguiente reto: el gran evento temático que el próximo sábado, 18 de enero, a partir de las 10 horas, promete reunir en la sede social de Santa Bárbara a algunos de los más reputados capoeiristas del momento… Y a sus propios discípulos, por supuesto.
Puede que la vinculación de Mestre con la asociación parezca relativamente reciente, pero su nexo con Gijón no lo es. Al fin y al cabo, han pasado más de dos décadas desde que, en 2004, desembarcase en la ciudad, procedente de su Brasil natal… Y con la pasión por la capoeira ya arraigada en su corazón. «Es una actividad muy completa, que ofrece muchos beneficios: mejora la agilidad, la fuerza, el equilibro, la coordinación motora… Además, ayuda a la integración social, y es plenamente inclusiva», detalla. Propiedades todas forjadas a lo largo de una extensa historia que se remonta a los tiempos de la colonización de Brasil por parte de los portugueses, y a la llegada al territorio americano, junto con los contingentes europeos, de un buen número de esclavos africanos. La combinación de las peculiaridades culturales de estos últimos con las de los indígenas brasileños dio forma a una disciplina, la capoeira (palabra de significado confuso, pero que se cree que define un tipo concreto de jaula para aves), que se practica en rondas, enfrentando en cada una de ellas a dos capoeiristas, que miden sus habilidades dentro de un círculo formado por sus compañeros. Mientras dure la ronda, marcada por el sonido de instrumentos tradicionales como el birimbao o el pandeiro, los contendientes intercambian pasos de baile, acrobacias y ‘toques’, aunque sin llegar a golpearse en firme, ajustándose a una coreografía conocida como jogo. El que exhiba mejores dotes, gana.
«Sinceramente, nos llamó mucho la atención (…); decidimos probar… Y, oye, la gente se apuntó, y ahí sigue»
Mapi Quintana, presidenta de la Asociación Vecinal Santa Bárbara
La idea teórica puede parecer simple, pero requiere de un entrenamiento constante, una técnica depurada y un afán de superación comparable al de cualquier otro deporte. Detalles que, no obstante, no disuadieron a la directiva de la Asociación Santa Bárbara cuando, en 2021, Mestre se personó en su local y solicitó aprovecharlo unas pocas horas a la semana para impartir clases. «Sinceramente, nos llamó mucho la atención; además, ya tenía muchos alumnos en su centro, así que decidimos probar… Y, oye, la gente se apuntó, y ahí sigue«, ríe Mapi Quintana, presidenta de la entidad. Actualmente el grueso de los participantes en los cursos que Mestre imparte en la sede vecinal son ajenos al barrio, aunque aún resiste un pequeño reducto de nativos, motivados por el que es uno de los valores fundamentales de la capoeira: la total y plena integración que brinda. «No importa que seas niño, adolescente, adulto o mayor, hombre o mujer; si quieres, puedes practicarla, e incluso hemos desarrollado una variante para personas con necesidades especiales», detalla Mestre, quien incide en el potencial intangible de este arte. No en vano, «enseña trabajo en equipo, respeto, disciplina y ética, y desarrolla la confianza y el dominio de las propias capacidades; eso convierte la capoeira en un poderoso recurso educativo y de integración social«.
Todas esas virtudes con las que Mestre espera que queden reflejadas en el gran evento de este sábado, que se desarrollará durante buena parte de la jornada. El programa prevé que las actividades comiencen a las 10 horas, con una serie de talleres sobre capoeira, que concluirán a las 14 horas con una pausa para comer. El regreso a la sede vecinal será a las 16, y durante la siguiente hora se abrirá la posibilidad de que cualquier persona interesada participe en una clase abierta, en la que se transmitirán los principios elementales de este deporte. Finalmente, a las 17 horas tendrá lugar el acto central de la velada: el encuentro de capoeiristas en el que, como elemento más destacable, se impondrá el ascenso y avance de categoría a los alumnos que se hayan revelado merecedores de ello a lo largo del curso.