Aunque algunos momentos siento que no estamos avanzando lo suficiente, me ayuda pensar en los cambios que ha habido entre la infancia de nuestras abuelas y el contraste con lo que ahora están viendo
Cada año, con motivo del 8M, ponemos sobre la mesa la importancia de que las más pequeñas tengan referentes a las que quieran parecerse y con las que nunca olviden que pueden ser y hacer lo que ellas mismas elijan.
Tendemos a pensar en mujeres que han roto los techos de su deporte, de las artes o de la tecnología. Algunas de ellas son incluso cercanas a nosotras, como las jugadoras del Telecable Hockey que han llevado a nuestra ciudad a ganar un campeonato del mundo. A veces obviamos otra parte de la realidad: nuestras referentes más cercanas están en nuestra propia casa y las conocemos de toda la vida, son nuestras abuelas.
Nacidas en una época en la que las mujeres tenían menos oportunidades, esta generación supo lo que es emigrar dejando atrás a tu familia, aprender otro idioma sin clases particulares y ser independientes sin unas circunstancias previas favorables. Ahora, a través de los ojos de sus hijas y nietas, cuestionan y redefinen sus propias creencias, animándolas a seguir dando pasos hacia una igualdad real, que probablemente ya conozcan las generaciones que todavía no han nacido.
Aunque algunos momentos siento que no estamos avanzando lo suficiente, me ayuda pensar en los cambios que ha habido entre la infancia de nuestras abuelas y el contraste con lo que ahora están viendo: a Sara García convertirse en la primera española seleccionada por la Agencia Espacial Europea, a la selección femenina de fútbol ganar un mundial y a una mujer presidir la Comisión Europea. Me pregunto si mis abuelas podrán ver a mujeres en la Fórmula 1 o en la Presidencia del Gobierno. ¿Las podremos ver nosotras?
Como referentes que son, de mis abuelas aprendí a valorar las cosas que realmente importan, a esforzarme cada día y que cada paso hacia la igualdad merece la pena. Aceleremos, cada una de nosotras en nuestro radio de acción, para llegar lo antes posible.
Gracias, Amelita. Gracias, Azucena.
Carla Álvarez es ingeniera y directora general de Promoción del Empleo del Ayuntamiento de Gijón