«Al Kuivi vino mucha gente de Gijón, creo que buscando otra cosa, quizá menos gente o huir del ocio preestablecido«
«En Oviedo pasaban cosas antes del Kuivi y siguen pasando, aunque quizá no tengan la trascendencia que se merecen»
Kuivi Pop se convirtió el pasado año en la gran revolución del verano en Oviedo. Con la música como protagonista, el “no festival” consiguió rehabilitar una parcela abandonada y hacer que por ella desfilasen 45.000 asturianos en busca de un ocio diferente. La edición 2022 ya tiene todo preparado para el pistoletazo de salida de este viernes y las ganas e ilusión de sus organizadores son, sin caben, aún mayores que en 2021. De ello hablamos con uno de sus ideólogos, Carlos Baumann.
¿Cómo surge la idea de montar este festival?
No creo que seamos un festival…nosotros hablamos de campo urbano cultural, que quizá se adapta más a lo que hacemos. De alguna manera, Kuivi Pop surge cuando llegamos a la conclusión de que hacía falta un espacio desde el que emitir y programar cultura. Pensamos que en las ciudades hay muchos lugares como en el que nosotros montamos Kuivi 2021, parcelas que a través del ocio y la cultura se pueden recuperar y generar flujos de visitantes.
El terreno de San Lázaro, dónde estuvimos, llevaba más de diez años abandonado. De ahí el hecho de que, de alguna manera, pueda ser un espacio itinerante, aunque tampoco renunciamos a estar dos años en la misma localización. Este año estaremos en el antiguo HUCA, que había sido nuestra primera elección en 2021, pero que, entonces, no pudo ser.
¿La gente se volcó desde un primer momento? Hablo de artistas, hosteleros, instituciones…
Al principio era difícil, porque aunque no es una idea nueva sí es complejo explicarla. Con los grupos quizá fue más fácil, porque entendieron lo complicado que es levantar algo así, estamos hablando de programar más de 100 conciertos gratis en 8 semanas. Además, para ellos también supone un escenario donde darse a conocer. Con respecto a las instituciones podemos decir que sí hemos encontrado complicidades con algunas de las personas que las forman.
Más de 45.000 asistentes en 2021, ¿el reto es superarlo?
El reto, a día de hoy, es que todo salga bien y que la gente siga viniendo, que es la señal de que esto funciona y de que podremos seguir haciéndolo. El espacio de este año tiene también mucho encanto, hay gente, sobre todo de la Asociación de Vecinos, que lleva años peleando para que se hagan cosas así allí y, además, la parte que ocupamos es muy accesible. Con todo, creemos que pueden pasar cosas muy guays en esta edición
¿Hablaremos próximamente de un Kuivi Pop en otras ciudades asturianas? ¿En Gijón?
Sí, estamos trabajando en poder llevarlo a otras ciudades, aunque todavía no podemos concretar nada. En Gijón aún no nos lo hemos planteado, pero no rechazamos la idea. Lo que tenemos claro es que, de hacerlo en Gijón, no podría ser en verano. La idea es recuperar espacios y tiempos, por eso lo planteamos en verano aquí, porque Oviedo estaba olvidado, algo que en Gijón no pasa.
De alguna manera, vais en contra de ese sentir popular que dice que en Oviedo no pasan cosas, que la ciudad está muerta en verano.
Eso es un tópico que creo que no responde a la realidad. En Oviedo pasaban cosas antes del Kuivi y siguen pasando, aunque quizá no tengan la trascendencia que se merecen. Julio y agosto, son, como en casi todas las ciudades, los meses con mayor ocupación hotelera en la ciudad y creo que es necesario reivindicar ese verano ovetense.
Entonces, ¿falta altavoz?
Es difícil romper tópicos que se instalan y que no sabes cómo superar. Es seguro que Oviedo no tiene la trascendencia del verano en Gijón. Allí está muy asentado y en determinadas fechas me atrevería a decir que, incluso, saturado. Pero insisto en que en Oviedo hay mucha gente haciendo también cosas muy interesantes.
En una comunidad como Asturias, con ciudades y pueblos tan pequeños, la coordinación entre localidades debería primar, pero no siempre es así. ¿Cómo lo habéis sentido vosotros?
A nivel de calle, de escena, no veo grandes diferencias entre ciudades. Al Kuivi, por ejemplo, vino mucha gente el año pasado de Gijón, creo que buscando otra cosa, quizá menos gente o huir del ocio preestablecido, y por eso un guiño que queremos hacer este año es a su Semana Grande. Lo importante es que la gente deje de empeñarse en vivir unos de espalda a otros.
¿Qué nos vamos a encontrar en el Kuivi de este año?
Vamos a, como suele decirse, intentar cometer errores nuevos. Hemos pulido el modelo, que va a seguir girando en torno a la música, que es la que convoca a más gente. Pero además tendremos actividades infantiles, sobre todo los domingos, y habrá seis restaurantes de Oviedo y varias tiendas que irán rotando.
Como eje central la música pero aún no tenemos cartel. ¿Cuándo conoceremos la programación?
El encanto del Kuivi, y el año pasado así fue, es que la gente va porque hay música, independientemente de los grupos que sean. Lo que sí podemos decir es que volveremos a tener más de 100 grupos, entre ellos Mota Blues, Fee Reega o Doce Fuegos o Portal. Con este último, además, tenemos una espinita clavada porque en la pasada edición tuvimos que suspender su actuación cuando la lluvia inundó el recinto.
¿Y todo ello, gratuito?
Sí. Serán 8 semanas, julio y agosto, de conciertos y actividades gratuitas. Además, los precios de barra, que es como se sostiene todo, son también muy populares.