Carlota Suárez García es una escritora gijonesa que va por la octava edición de su novela La tumba del Rey. En breve publicará su última creación, Muerte en el meridiano, editada por Harper Collins Ibérica, que promete ser un éxito.
¿Cree que Agatha Christie la leería?
Creo…que sí. Luego no sé si le gustaría.
¡Bueno!
Creo que era una mujer con mucho humor y yo tiro mucho de humor ácido y sobre todo creo personajes complejos.
Que todos tengan un fondo importante.
Que sea fácil de lectura, pero no sus personalidades. Tienen que tener historia. Unos buenos personajes al igual que el escenario y la novela se escribe sola.
La inspiración sabemos que no viene sola…
¡Uy! No detrás hay mucho curro.
Ya, pero lo digo porque hay gente que piensa que el poner en el curriculum escritora es un esnobismo, sin tener en cuenta las muchas horas de estudio, de contrastar datos, hechos…
Sobre todo, muchas horas de lectura. Yo soy lectora desde niña.
¿Cuántos libros lee al año?
Muchísimos, no le sabría decir. Por ejemplo, para la sección que tengo en la radio “Carlota en la radio”, tengo por norma leer ese libro. Puedo permitirme ese lujo porque es una sección semanal.
Qué tipo de libros.
Realmente los que me gustan. No leer por obligación, no por que nadie lo haga, porque yo mismo me auto obligaba.
Por ejemplo, le pregunto por el género que más me gusta, ¿novela negra?
Leo muchísima novela negra, pero también lo hago con la narrativa, precisamente porque detesto las etiquetas.
¿Por ejemplo?
Pues mire, la última de Dolores Redondo, Esperando al diluvio, que es un novelón, tiene una calidad narrativa alucinante y yo sé que hay muchísimo lectorea que no lo leyeron.
¿Por?
La novela negra muchas veces es la justificación o la herramienta para denunciar problemas, injusticias sociales, para indagar en la condición humana…
Es para lo que usted lo usa.
La Tumba del Rey, mi última novela, habla del maltrato del más poderoso con el más débil y no tiene nada que ver con el tema físico, ni el sexo, ni nada de eso. Hablo a nivel de poder, económico.
El más fuerte a nivel de poder.
Exacto, el que te puede hacer daño. Si es verdad que en mi novela, sí que hay un misterio un muerto o dos, pero realmente, en mi caso, es más importante la causa que quién la provoca.
Bueno…usted sabe quién es el asesino. Se lo digo porque yo escuché muchas veces que según se van produciendo los hechos, la historia en la cabeza del escritor, va cambiando.
Ya y que se va escribiendo sola… ¡A ver! Cada uno tiene su forma de escribir y el proceso creativo de cada cual difiere mucho. En mi caso yo tengo que tener una columna vertebral previa.
Pero es flexible.
Sí, la puedo herniar en un momento dado (risas) pero nunca me salto el principio y el final.
Es decir, dos ideas preconcebidas.
Eso es. El camino que tengo que seguir tiene que llegar a la idea al fin de la idea preconcebida.
Y sus personajes.
Mis escritos tienen que indagar en el pasado del personaje para llegar al presente.
Cambiemos de tema. ¿De pequeña era imaginativa?
Mucho, mucho. Si me declaro fan de Cortázar es precisamente porque tengo un común con él. Creo que de pequeña no diferenciaba la ficción de la realidad.
¿Es hija única?
No tengo un hermano.
Se lo digo porque las hijas únicas, hablo por mí, se imaginan un amigo invisible o un hermano, hablan solas…
¿Sabe? Yo es que no tengo necesidad de relacionarme. No quiero decir con esto que no sea social. Por eso me gusta tanto escribir. A mi me gusta el trabajo, de teclado para dentro.
Hablando de esto último. ¿Tiene máquina de escribir?
Tengo por supuestísimo una Olivetti, pero yo escribo en cuadernos siempre cosidos.
¿Por?
Porque las hojas si van pegadas se van perdiendo con el tiempo. Por eso es importante que además de cosidos estén sin pautar.
¿Hay muchos tachones en esos escritos?
Muchísimos. También cuadernos a la mitad.
¿Pero no escribe en ordenador?
Si, pero todos mis apuntes los tengo escritos a mano en cuadernos. Uno para los escenarios, otro para los personajes, otro para la documentación. Tengo cajas y cajas de cuadernos.
Es muy ordenada
Soy un poco cuadriculada.
Cambiemos de registro. Dígame algún individuo o individuos de Gijón, que puedan ser perfectamente personajes de una de sus novelas.
Yo creo que todos los que cortan el bacalao dan pie a una novela negra, por lo menos de las mías. Por ejemplo, el gremio de la hostelería cuenta con muchos de los que podrían ser perfectamente personajes de libro. Daría mucho juego no solo para una novela negra, sino también para un relato de gánsters.
Estamos en agosto ¿Cómo ve la ciudad? O mejor aún ¿cómo nos ven los que nos visitan, los turistas? ¿Pensarán que estamos un poco locos?
A mí me parece que nos ven como una ciudad muy acogedora y feliz. Estamos todo el día en la calle, con esta temperatura tan estupenda que tenemos.
Imagínese si hiciera siempre sol. No estaríamos en casa nunca…
A mí me gusta mucho Canarias, siempre digo que tienen un carácter maravilloso, y a nosotros nos pasa lo mismo. Es el clima.
Recomiéndanos un libro. Uno para meternos en líos, para volvernos la cabeza loca pensando en quién es el malo…
El premio Café Gijón, por ejemplo. “Volver a cuando” de la escritora venezolana María Elena Morán, es el último premio y gracias a que esta escritora nos lo envió aquí. En Venezuela no se hubiera podido publicar. Tienen una prosa riquísima y además indaga en el irte de tu país buscando algo mejor…
Una locura loca que le apetece para este verano.
A mí me apetece mucho recorrer el norte de Europa en autocaravana. Pero un viaje que quiero hacer cuando tenga tiempo y “pasta” es Chile.
Hablando de “pasta” ¿Deja mucha el escribir?
Muy poco dinero. Es vocacional. Hay muy pocos escritores que vivan de sus derechos de autor.
Pues usted ha vendido “mogollón”
Pero nunca sabemos las tiradas de cada edición…
HarperCollins Ibérica es una editorial potentísima y le va a publicar su última novela Muerte en el meridiano. La presentará aquí…
La presentaré aquí con mi queridísimo Rafa Gutiérrez Testón que es mi gurú. Me da una seguridad tremenda, estoy segura.
Desde aquí le deseamos mucha suerte.