Carmen Moreno Llaneza es la gerente de la Unión de Comerciantes de Asturias desde hace ya cuarenta años. La abogada se jubila el año que viene, pero por algunas pinceladas en la entrevista, no tiene ninguna intención de parar su actividad civil, como ella dice.
De fuerte carácter, es mandona y organizativa, características heredadas de su madre, que era maestra.
¿Tiene algo que ver con la familia de la tradicional Zapatería Llaneza?
Hay mucha gente que lo piensa, pero a parte de tener un gran cariño a esa familia, no, no tengo nada que ver.
Entonces cuéntenos de donde viene.
De León. Nací en el año 1960 y mi familia se vino para Gijón en el año 1968. Mi madre era maestra y mi padre era enfermero en una empresa minera de la montaña de León.
Se les quedó el pueblo pequeño.
Sí y tenían que pensar en la educación de cinco hijas.
¡Cinco!
Sí yo soy la primera. Como dicen mis hermanas, la mayor.
Y mandona, porque, perdóneme, usted manda mucho.
Sí, pero es que me viene de casa ¿sabe?
Explíquese mejor.
¡A ver! Yo era la ayudante de mi madre y recuerde que le dije que era maestra. Organizaba la casa por todos los lados y yo como su ‘ayudante’ lo mamé desde el primer minuto.
Ya
Mi hermana Marian, la cuarta, cuando me presenta siempre dice: “es mi hermana, la mayor”, ya sabe, a propósito, para dejar claro que ella es más joven (se ríe).
¡Vale! Quedamos en que es mandona.
Soy organizada y no delego.
Pero en algún momento tendrá que parar, jubilarse.
Pues mire me jubilo exactamente el 31 de julio del próximo año. Ese será el último día que trabaje.
¿Y parará?
Yo no he dicho eso. He dicho que voy a ser una persona que vivirá del presupuesto público, lo cual me da un vértigo que me muero.
¿Por?
Pensar que lo que yo voy a ingresar a partir de ese momento, dependerá de los gobiernos…
¡Mujer!
Pero voy a seguir vinculada al sector y al mundo empresarial.
¡Uy! Veo que vamos a tener Carmen Moreno para rato. ¿No nos va adelantar nada?
No porque de aquí a julio pueden pasar varias cosas, depende de algunos factores. Mire yo quiero seguir muy vinculada a la vida civil de Gijón.
Estoy en ascuas ¿Ni una pista?
No, porque a lo mejor sí, o no…
Bueno pues entonces cuente cuando empezó en la Unión de Comerciantes.
Cumplí cuarenta años, en junio del año pasado.
¿Qué había antes?
Nada. Bueno existía desde el año 1977 o así, no sé exactamente. Fíjese fue la tercera asociación que se dio de alta cuando se aprobó la Ley de Libertad Sindical, después de la muerte del dictador. A mí me gusta decirlo porque por delante de nosotros están registradas Comisiones Obreras y UGT.
¡Ostras!
Cuando te planteas cuál es la historia de esta asociación, tienes que entender que se crea porque en aquel momento de incertidumbre política, social y sindical, había una necesidad de defenderse. El sindicato vertical había desaparecido, por suerte.
Usted se incorporó en el año 1984.
Era una asociación pequeña.
Lo hace como abogada.
Acababan de llegar a estas oficinas de Marqués de San Esteban, donde seguimos. Éramos tres personas trabajando.
Una de esas personas, un guardia civil.
Era muy buena persona. Menos mal que nunca se enfadó porque guardaba el arma reglamentaria en el cajón de su mesa.
¡Que bárbaro! Y qué tiempos.
Estábamos en plena crisis de desmantelamiento industrial en Asturias. Estaba cayendo IKE, la industria naval… Recuerdo que lo primero que hice fue negociar con un sindicato y con dos sindicalistas que la barricada de quema de neumáticos la pusieran unos metros atrás de la oficina y así poder salir de ella.
Entrada por la puerta grande.
A la vez que todo iba cayendo, se iba construyendo. Acabábamos de entrar en la Unión Europea, que todavía ni se llamaba a sí. Lo que quiero decir es que, en ese momento tan convulso, la gente necesitaba juntarse para sentirse protegida. Hoy es diferente.
Pero hemos vivido crisis muy complicadas.
Y aunque yo hubiese preferido no aprender, para no tener que vivirlas, hemos aprendido de todas. Eso de que “de lo malo también se aprende” a mí no me va. Prefiero aprender de lo bueno.
¿Cómo somos ahora?
Más individualista y calculadores. Cuando me preguntan qué ganan por entrar en la asociación, depende del humor que esté, suelo contestar: “si no lo tienes claro, no te unas a la asociación”.
Ya.
Unirse a la asociación significa sentirse más acompañado, seguro, informado y asesorado desde que el negocio es una idea. Si no se entiende así, no tienes que venir a la asociación.
Antes solo era en Gijón.
Fue como una distribución territorial motivado por las Cámaras de Comercio. La de Gijón tenía Candas y por eso estamos unidos a ellos desde el principio. Luego fueron uniéndose Luanco, Aller, Oviedo, Mieres, Langreo, y a principios del año 2025, San Martín del Rey Aurelio. Nosotros vamos donde nos llaman.
¿Y quién les llama?
Un ayuntamiento, un grupo de comerciantes…ç
Para un ayuntamiento es mejor tener a la gente agrupada.
No todos los lo entienden. Hay mucho localismo. A veces prefieren ser cabeza de ratón que cola de león. No se dan cuenta que con la competencia de las multinacionales, las grandes empresas de distribución, la venta online, es mejor no estar solo. Pretender que el comercio sea solo tuyo, es un gran error.
Así que en algunos sitios son “las de Gijón”.
Sí y esto no es una conquista de territorio.
Antes dijo las palabras claves: venta online.
Eso está ahí. Hay una cosa que se puede hacer y es informar a la gente y explicarle que pasa cuando compras online. Ese gesto tan simple que se hace por ejemplo a Amazon, viene de diez mil kilómetros. Eso contamina, porque el cambio climático no es un invento. Esa multinacional ha reunificado todo el negocio de ventas en Europa, y lo dicen ellos no lo digo yo, tienen domicilio fiscal en Luxemburgo…
No pagan impuestos.
Si tú quieres una sanidad pública, enseñanza pública y cobrar jubilación, tienes que pagar impuestos… Pues eso, Amazon no paga impuestos
Aparte de esta multinacional, ¿cómo ve la venta online?
Es un instrumento más, dos escaparates. Hay que tener un programa que gestione todo en conjunto porque lo online tiene mucha más competencia. Se necesita inversión para que ‘ese’ mundo llegue a ti, una estrategia. No es fácil porque hay que destacarse entre otros.
No quiero despedirla sin preguntarle por la polémica de los autobuses de Gijón a Parque Principado.
Eso fue una idea peregrina, de las del camino primitivo… Desde el 14 de diciembre hasta el 11 de enero, o sea las semanas que más vende el comercio local en el año y con dinero público.
Cómo con dinero público. Explíquese.
Ese que eso es el quiz de la cuestión. A mí si una empresa privada tiene la idea de utilizar alguno de sus autobuses para poner a disposición una línea de aquí a ese centro comercial, pues muy bien.
Pero…
Esto se iba ha hacer desde el Consorcio de Transportes, que es público, y el billete se incluía dentro del Billete Conecta, o sea el bono de transporte asturiano (por treinta euros al mes puedo viajar donde quiera por un euro al día). Nosotros no hemos atacado la línea, hemos atacado que la línea sea púbica y con su correspondiente dinero público.
¿Con ustedes consultaron?
Nosotros nos enteramos cuando lo vimos en los medios.
Duró un día.
Ya le digo que era una idea peregrina alimentada, repito, con dinero público.
¡Ay! Usted se jubilará el año que viene, pero a mí humilde parecer, creo que tendremos Carmen Moreno para rato.
Ya veremos.
Vaya lacra la Unión de Comerciantes. Por mi que se disuelvan. Otro chiringuito más.