La Fundación Franz Weber, autora de la iniciativa, recuerda que, para preservar ese título, es obligatorio «cumplir toda objeción formulada por el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas», algo que, en este caso, no se está haciendo
La oposición a la tauromaquia en general y, más concretamente, a su presencia en Gijón desde la recuperación de la Feria Taurina de Begoña en 2023 parece estar a punto de trascender lo meramente social, como la manifestación que ayer recorrió su calles, y dar el salto a esferas más elevadas. Tal como sus responsables han anunciado este lunes, valiéndose de una nota de prensa remitida a los medios de comunicación, la Fundación Franz Weber solicitará formalmente al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés) que retire a la urbe asturiana el sello que la identifica como Ciudad Amiga de la Infancia (CAI). ¿Por qué razón? Pues, ni más, ni menos, que por el hecho de que el Ayuntamiento no haya puesto trabas al acceso de niños y adolescentes a las corridas y novilladas celebradas en El Bibio la pasada semana, ni tampoco a la creación, por parte de la empresa Circuitos Taurinos, de un ‘abono joven‘ que hiciese dicha entrada mucho más asequible para los menores.
«En su momento, UNICEF recordó que toda CAI debe suscribir con las objeciones que formula el Comité de los Derechos del Niño, encargado de velar por el cumplimiento de estas peticiones, realizadas siempre en base a la Convención Internacional sobre Derechos del Niño», apuntan desde Franz Weber. Dentro de tales objeciones, en 2018 dicho Comité recomendó expresamente a España «alejar a las personas menores de edad de estas prácticas», en referencia a los festejos taurinos. Ni qué decir tiene que lo ocurrido en Gijón constituye un flagrante incumplimiento de esa sugerencia… Y he ahí la base de la reclamación de la Fundación.
«El ‘compadreo’ de la alcaldesa, Carmen Moriyón, con peñas taurinas y su omisión sobre las advertencias son elementos fundamentales para que este sello de reconocimiento a las políticas de infancia sea suspendido en el municipio de forma temporal», ahondan. Y concluyen matizando que el reconocimiento como CAI entraña la responsabilidad de «desarrollar políticas específicas para evitar que niñas, niños y adolescentes puedan verse expuestos por sus propias familias a la violencia, lo que sucedió de forma reiterada en la plaza de toros con las promociones dirigidas a estos grupos».
