Su expareja se enfrenta a 20 años de cárcel. El hermano de Lorena asegura que el acusado es un «peligro. Un maltratador en potencia»
Francisco José Dacuña Fernández, hermano de Lorena Dacuña, la gijonesa asesinada hace dos años supuestamente por su ex pareja en su domicilio, ha mostrado su deseo este lunes de que el procesado cumpla la condena máxima. Dacuña Fernández ha dicho que en la familia están «esperanzados con que se haga Justicia», si bien ha reconocido que están, al tiempo, «nerviosos». Ha confesado, además, que pese a pensar que dos años después pensó que lo iba a llevar mejor, está «un poco triste» al recordar todo lo que pasó.
Así lo ha indicado a la entrada del Palacio de Justicia de Gijón, en declaraciones a los medios de comunicación, el día en el que da comienzo el juicio por la muerte de su hermana en la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Asturias. Asimismo, ha explicado que piden 25 años, aunque ha reconocido que puede que finalmente sea menos. Eso sí, ha dejado claro que lo que no puede ser que se le condene a 15 años, con referencia al ofrecimiento hecho por la defensa para llegar a un acuerdo. «Considero que es muy poco para un individuo que fue capaz de hacer esto», ha agregado.
Fernández Dacuña ha defendido que debería pasar el tiempo que piden en la cárcel, al considerar que es «un peligro», no solo por lo que hizo a su hermana, sino porque cree que si sale, «va a volver a hacerlo», ha opinado, aunque no pierde la esperanza. «Es un maltratador en potencia, un tipo así no puede estar suelto», ha considerado. «Espero que se haga Justicia», ha insistido, aunque ha dicho ser consciente de que será difícil que se le condene a los 25 años.
A este respecto, ha incidido en que la Fiscalía pide 20 años, a lo que ha señalado que todo sería hablarlo, con referencia a un posible acuerdo. Aunque él quiere que sean 25 años, ha apuntado que 20 años de cárcel es una condena «considerable».
20 años y 10 de libertad vigilada
Cabe recordar que la Fiscalía solicita 20 años de prisión y otros diez de libertad vigilada para el acusado de matar a cuchilladas, en febrero de 2020, a la gijonesa Lorena Dacuña, al considerar que los hechos son constitutivos de un delito de asesinato con las circunstancias agravantes de parentesco y desprecio de género.
De acuerdo al relato de la Acusación pública, el acusado (1970) mantuvo una relación con la víctima durante unos ocho años, llegando a convivir en el domicilio de ella, en Gijón. La relación cesó en el mes de noviembre de 2019. El acusado, que siempre mantuvo y una actitud celosa y controladora con la mujer -durante la relación y también al acabar esta- no aceptó esta ruptura.
Sobre la una de la madrugada del día 2 de febrero de 2020, el acusado, después de concluir su jornada laboral en una sidrería de la calle Luis Braile de Gijón, se dirigió a su domicilio a coger dinero y un cuchillo, que introdujo en una mochila, y abandonó la vivienda.
Como el acusado llevaba tiempo queriendo averiguar si su expareja mantenía una relación sentimental con otra persona, sobre las 05.00 horas se dirigió hasta un bar del barrio de la Calzada en Gijón, ya que unos amigos le habían dicho que ella solía ir por allí, y vio a la mujer con otro hombre. Entonces, esperó a que los dos salieran del local y, una vez fuera, les siguió hasta el domicilio de la mujer y accedió al portal sin que ellos se percataran, pues la puerta quedó medio abierta. A continuación, se escondió en las escaleras del rellano del piso de la mujer, mientras ellos subían por el ascensor.
Los hechos
Al llegar la pareja, y mientras ella abría la puerta de casa, les empujó, cayendo ella al suelo. El acusado sacó el cuchillo que llevaba en su mochila, al tiempo que gritaba repetidamente a la mujer que era «una puta». El cuchillo se rompió, por lo que el acusado fue a la cocina a por otro, momento que aprovechó el hombre que acompañaba a Lorena Dacuña para irse corriendo del domicilio, cogiendo en la huida la mochila del acusado, que apareció horas más tarde en la calle Daniel Cerra de Gijón.
El acusado salió de la cocina con otro cuchillo y se dirigió hacia su ex pareja, que intentó zafarse de él metiéndose en una de las habitaciones de la vivienda. No obstante, el acusado consiguió entrar y comenzó a acuchillara, sin que la víctima pudiera evitarlo ni defenderse. Fue atacada por el acusado cuando se encontraba de pie delante de la cama y cayó sobre la misma, y ahí recibió hasta 13 puñaladas, lo que provocó su fallecimiento.
El cuchillo tenía una anchura de unos 3,5 centímetros y una longitud mínima de 12 centímetros. El acusado se encuentra en prisión provisional por esta causa desde el 7 de febrero de 2020.
En cuanto a la petición de libertad vigilada, se establecerán las siguientes medidas: obligación de estar siempre localizable mediante
aparatos electrónicos; comunicar inmediatamente en el plazo y por el medio que se establezca cualquier cambio de domicilio o lugar de residencia; prohibición de aproximarse al hermano de la víctima, así como comunicar con él por cualquier medio; y prohibición de residir en Asturias. Se le pide, además, el abono de las costas procesales.
En concepto de responsabilidad civil, el Ministerio Fiscal solicita que el acusado indemnice al hermano de la víctima con 60.000 euros, más los intereses legales correspondientes.