La reunión entre los 17 integrantes se prolongó durante más de tres horas, con la posibilidad de revertir el tráfico como principal aspereza
Gabriel Cuesta
Un paseo del Muro de Gijón «amable para el viandante» y con la «máxima peatonalización y el menor número de viales de tráfico posible» siempre que el entorno se adapte a las necesidades de los vecinos. Ese es el boceto que dibujó la comisión de trabajo especial tras un debate «intensísimo» de más de tres horas sin un acuerdo unánime, según han explicado participantes de la reunión a MiGijón. El principal roce reside en el número de viales para el tráfico rodado. Ahora las reflexiones del jueves derivarán al Consejo Social, órgano que encargó la creación de esta mesa especial que busca acercar posturas sobre el principal paseo de la ciudad. El esbozo de este jueves no es vinculante y solo es un punto de partida, ya que serán los técnicos municipales quienes aborden los aspectos urbanísticos y de movilidad para fraguar cualquier proyecto que pueda salir a licitación.
El Colegio de Arquitectos de Asturias, líder en la comisión, ahora se encargará de elaborar un informe. El punto de partida de la comisión de trabajo, formada por 17 integrantes, se basó en un cuestionario facilitada a cada uno de los integrantes de la mesa con 13 preguntas clave sobre el posible proyecto. Hay un punto en el que hay consenso mayoritario: mantener el carril actual y promover la pacificación del paseo, incluyendo tránsitos perpendiculares y seguros hacia la playa a la altura de la Plazuela San Miguel, la calle Instituto y La Arena. ¿El punto candente? La posibilidad de revertir o no el tráfico. La nueva disposición del principal paseo para los gijoneses ha generado fuertes discrepancias entre los grupos políticos del Consistorio. Mientras que la bancada de la derecha (Foro, PP, Cs y Vox) apuestan por recuperar el tráfico en sentido oeste (hacia la iglesia de San Pedro) para aliviar la densidad de tráfico en las calles aledañas en el interior, mientras que las tres formaciones de izquierda (PSOE, Podemos-Equo e Izquierda Unida) defienden una peatonalización aún más estricta que la establecida desde que se desató la pandemia para amoldar el entorno al plan especial de 2002 en materia de movilidad. El resto de agentes sociales y económicos predomina la opción de que el tráfico no debe volver a extenderse hasta el edificio ‘Martillo de Capua‘ y la necesidad de ampliar a cinco metros la acera del lado de los edificios.
Cualquier decisión en la reunión, insisten las fuentes consultadas por este diario, «resulta difícil de tomar sin un nuevo Plan de Movilidad aprobado para seguir sus directrices«. Este «salomónico» debate sobre la nueva disposición del Muro llega más de un año después del primer corte de tráfico. Fue ejecutado el 30 de abril de 2020, en los primeros coletazos de la desescalada tras el confinamiento domiciliario. Nació de esta forma el conocido ‘Cascayu‘, apodado así por su colorido diseño en el suelo, que ha derivado en un plan para cambiar la dinámica del paseo. La prioridad, eso sí, es que el nuevo Muro sea compatible con la rutina de los vecinos en cuanto el acceso a su vivienda y los aparcamientos. Encima de la mesa se propuso el uso por parte de los residentes del parking de la Avenida Castilla a modo de ORA, una propuesta aún sin concretar.
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