Un año más, y como cada primer domingo de mayo, se celebra uno de los días que con más cariño recordamos: el Día de la Madre. Ya los antiguos griegos (honrando a Rea) y romanos (a Cibeles) marcaban en rojo el calendario en una fiesta que ha ido variando, pero cuyo significado se ha mantenido a lo largo de los siglos.
Mucho más cerca, aquí en Gijón, es hora punta cuando muchas de nuestras madres (y padres) se arremolinan frente al muro a la salida del Colegio San Lorenzo. Lo mismo sucede al acabar los entrenamientos en el Santa Olaya o el Grupo, y también en el parque Isabel La Católica, donde merienda en mano persiguen a los guajes entre los toboganes para que coman “por lo menos la mitad” del bocadillo.
Tiempo, sacrificio, esfuerzo, una sonrisa y un abrazo cada vez que lo necesitamos. Todo lo que ellas nos regalan y que, aunque sea imposible, buscamos devolver cada 2 de mayo. Y, aunque todo se quede corto, por qué no intentarlo.
¿No sabes muy bien cómo decirle lo mucho que la quieres? Puedes regalarle lo que siempre has pensado, pero en forma de medalla, y gritar eso de “mamá eres genial”. Porque estamos seguros, lo es.
El mejor te quiero también se come
Si tu madre es más de detalles dulces que de que “me colguéis medallitas” tenemos la solución Panrís: elige un surtido de galletas de chocolate, ositos dulces o figuras únicas de chocolate con las que, como mínimo, endulzarás su día.
Y porque “la vida puede ser como una caja de bombones” puedes acompañarlas de una caja de bombones, con los que “nunca sabes lo que te va a tocar” (pero sí que será delicioso).
Aunque nos pese, no todo pasa por comer. Por eso también queremos proponerte un par de regalos de esos que estarán ahí cada día acompañando a nuestras madres. Para pasar a la posteridad (y al ranking de mejor hijo o hija) elige también estas divertidas tazas, para que cada desayuno sea, un poco, 2 de mayo.
Porque este Día de la Madre va un poco de eso, de recordar que cada día del año, lo es. Ese es el mejor regalo. Los paseos interminables hasta el Tostaderu, las comidas de domingo todos juntos, las sidras y risas con ellas y también los cafés y las confesiones. Una madre es mucho más que cualquier regalo, pero también en los detalles marcamos la diferencia.
Todos estos regalos, y muchos más, puedes encontrarlos en tu Panrís más cercano, en Gijón. Elige entre una de sus tiendas de Uría, Avenida de Galicia, Aguado, Schulz, Tomás Zarracina, Magnus Blikstad, Sagrado Corazón, Anselmo Solar, Brasil, El Llano o Pumarín.
Y sí, lo sentimos, pero nosotros también pensamos que tenemos la mejor madre del mundo.