La escuela como agente transformador del cambio social, capaz de involucrar a todo su entorno y que apuesta por una nueva forma de enseñar y aprender. Esto es en lo que cree el colegio Miguel de Cervantes de Gijón. “Trabajamos para que la escuela traspase las paredes del centro e implique al barrio al completo”, explica José Luis Sagredo, maestro del colegio y coordinador de proyectos educativos. Y esto es precisamente lo que les ha llevado a formar parte de la red de Escuelas Changemaker de Ashoka, la organización mundial sin ánimo de lucro que fomenta la idea de que todos somos agentes de cambio. Es la primera escuela asturiana en conseguirlo y convertirse así en referente educativo.
Educar más allá de los libros
En el colegio gijonés buscan hacer hincapié no solo en lo que se aprende a través de los libros, sino también en lo que se enseña intrínsecamente. Una educación en valores que repercutirá después en una transformación social por la que trabajan día tras día. Su implicación en el barrio de El Cerillero es innegable. Referente en vanguardia, sus metodologías activas tienen un objetivo principal: “el empoderamiento de los niños y niñas del barrio para que tengan mejores expectativas de futuro”.
La escuela busca traspasar las paredes del centro e implicar a todo el barrio para generar así una transformación social
Para Sagredo el maestro tiene una responsabilidad social clara. “No se puede estar ajeno a lo que ocurre fuera de la escuela, hay que enseñar según el contexto”. Así lo llevan haciendo años, y los reconocimientos les avalan.
La transformación social en colegio Miguel de Cervantes de Gijón
El colegio Miguel de Cervantes ha sido elegido junto a otros siete centros, todos públicos, entre miles de solicitudes y 350 nominaciones en un exhaustivo proceso de evaluación que ha durado un año. Después de videoconferencias, visitas a la escuela y presentaciones ante un panel de expertos en educación el 28 de octubre consiguieron finalmente formar parte de la red de escuelas changemarkers. Reconocimiento que les avala como una de las escuelas más innovadoras a nivel internacional. Tan solo 20 centros en España lo han logrado a lo largo de los años.
Pero, ¿qué les ha llevado hasta aquí? La apuesta por mejorar la vida de los alumnos implicándoles en el barrio ha sido clave. “Hemos conseguido dotar al barrio de una nueva sensibilidad”, asegura José Luis Sagredo. La implicación de escolares, profesores, familia, asociaciones y vecinos ha sido una constante en el centro. Y ahora lo están demostrando más que nunca.
Durante la pandemia en menos de 15 días habían cubierto la brecha digital al 100%, y desde septiembre llevan a cabo un plan de formación con las familias “para que aprendan a manejar Internet, las herramientas online con las que trabajamos y evitar problemas en caso de un nuevo confinamiento”. Esperan que éste no llegue, pero de ocurrir saben que están preparados.
Aun hay más, y es que todos en el barrio tienen su importancia en este colegio. La campaña No Plastic con la que los niños sustituyeron las bolsas de plástico de los comercios por otras de papel es un buen ejemplo. Ellos, los pequeños, se sienten partícipes en todo momento y esto reporta importantes beneficios como la “casi nula conflictividad» en la escuela.
¿Qué debe mejorar el sistema educativo?
«Una herramienta al servicio de los niños”. Eso cree Sagredo que debería ser la educación, pero para lograrlo «aún queda mucho por hacer». Debe apoyarse más a la escuela pública y deben limarse muchos vicios que se tienen a nivel interno”, explica. Pero, sobre todo, hay que apostar por una formación del profesorado de calidad. “Las reformas educativas en España han sido constantes, pero la formación del profesorado sigue siendo la misma”, lamenta. Para él, el maestro debe ser consciente de que tiene una responsabilidad social. El impulso a la educación que se daría entonces sería “bestial”.
Creen en una enseñanza en valores y en la formación de un profesorado de calidad para dar un impulso a la educación
“La influencia de los maestros no se sabe cuando termina”. En el colegio Miguel de Cervantes lo saben bien. Lo que ellos como docentes enseñan a los niños se quedará con los alumnos durante mucho más tiempo. Por ello, apuestan por una educación que va más allá de los libros de texto, los programas que cumplir y los exámenes. La situación vivida por la pandemia ha sido “una auténtica cachetada”, pero siguen con su labor con las mismas ganas. En definitiva, educar en experiencias y no solo con temarios para que los escolares descubran por si mismos que “ entre todos se puede cambiar la sociedad a mejor”. En El Cerillero ya lo han demostrado.
Ese colegio es un desastre. Mi hijo fue allí y perdían el tiempo en mil excursiones y actos políticos. Van de creativos y los alumnos de 1º a 4º no tienen ni profesor de Música.
Tu comentario, después de dos premios europeos de educacion, un premio nacional de aprendizaje servicio, y el reconocimiento por una fundación de enorme prestigio como ASHOKA, junto al trabajo con Asociaciones como mar de niebla, y el respaldo a su labor por parte de la inspección y de la Consejería de Educacion, más el requerimiento de su colaboración con la Universidad de Oviedo o de los Cursos de Granda, reconocimiento y trabajo conjunto con emisoras y medios de comunicación, y un largo etcétera que te puedo contar otro día, te deja en evidencia con tu opinión absolutamente desviada de la verdad y realidad y con una gran dosis de mala gaita o de ignorancia. Ah! Y por cierto, la razón de que no haya maestro de música este curso es debido a la sensibilidad de este colegio por los demás, por los niños y por su salud y la de sus familias. Es una medida anticovid legal y respaldada, como puede pensar cualquier persona medianamente letrada, por la inspección y autorizada directamente desde Consejeria. De todas maneras me encanta tu y vuestro súbito interés en la educación musical. Es de agradecer. Por terminar, te pediría que cuando escribas en público no falsees la realidad, des pruebas de tus afirmaciones y nos dejes trabajar en paz y sin enmiendar a un montón de profesionales que lo único que están haciendo es dejarse la piel por las niñas y niños del Cerilleru.
¿Respaldo de la Inspección? Ja ja ja
….y por cierto….está muy mal esconderse para tirar la piedra. Que yo tenga constancia, no recuerdo ningún alumno que se apedillara así……en muchos años. ¿Nos puedes explicar esto? En fin.
Soy la directora del colegio, llevo 28 años en el centro y,que yo recuerde, NUNCA he tenido un Jara!, pero puede ser que se haya perdido memoria, en ese caso, por favor ¿Puedes decirme quién es tu hijo? (Cuando se emite este tipo de opinión bueno es dar la cara y no creo que sea ningún problema identificarse).
Respecto a la Música, afortunadamente, contamos con un profesorado LO SUFICIENTEMENTE CUALIFICADO como para poder impartir esta materia integrada en un trabajo multidisciplinar cumplimiento ampliamente con las exigencias del currículo en está materia.
Ese colegio tiene un nivel bajísimo y eso sí el aprobado es general en las más de las asignaturas. Luego pagan el pato cuando pasan a Secundaria.