La relación entre visión, audición y aprendizaje es tan íntima que muchos problemas de procesamiento visual y/o auditivo son fácilmente confundidos con problemas de aprendizaje
Acabadas las vacaciones de Navidad, toca la vuelta a la normalidad. Niños y no tan niños vuelven estos días a las aulas, y con ellos vuelven también las rutinas, las tareas y los temidos exámenes. Y es en este proceso de aprendizaje donde debemos prestar especial atención a la visión y la audición, que intervienen de manera directa en el aprendizaje, ya que hasta el 70 % de lo aprendemos llega a través de estos sistemas.
De hecho, la relación entre visión, audición y aprendizaje es tan íntima que muchos problemas de procesamiento visual y/o auditivo son fácilmente confundidos con problemas de aprendizaje. Y es que cuando no se cumplen las metas marcadas se da por hecho que existe un problema de falta de atención, de interés, de motivación o de madurez cuando, en muchos casos, se debe a trastornos visuales y auditivos. Uno de ellos es el trastorno del procesamiento auditivo, que se trata de un problema que provoca que los oídos y el cerebro de los más pequeños no se encuentren totalmente coordinados, dándose una interferencia en la forma en la que el cerebro recoge e interpreta los sonidos, principalmente aquellos que provienen del habla.
Si la organización de la ruta auditiva no se ha desarrollado adecuadamente, nos encontraremos con numerosos síntomas en el niño con dificultades escolares: desde leves problemas para centrar y mantener la atención, hasta otro extremo como es el trastorno de hiperactividad con déficit de atención. En Visualia (calle Velázquez, 11 bajo), son especialistas en este campo, y pueden trabajar con los más pequeños que convivan con este problema estableciendo estrategias correctas para su resolución, minimizando el impacto que estos trastornos pueden causar en su aprendizaje.
¿Cómo pueden ayudarte en Visualia?
Además de con un equipo de optometristas especializados en detectar y tratar estos problemas, en Visualia cuentan con una especialista en estrategias de aprendizaje, que ayuda a los estudiantes a lograr la eficiencia en el estudio e identifica aquellos aspectos que los desmotivan o no les dejan desarrollar su máximo potencial.
La planificación es clave en la rutina del invierno, por ello, es necesario que todas las actividades estén perfectamente organizadas. En el centro desarollan de manera individual un plan de estudios acorde a las capacidades físicas y psicológicas de cada niño. Solo así se consigue que optimicen su tiempo y alcancen los mejores resultados académicos. Puedes encontrar más información en la página web del centro.