La menor era hallada muerta y con signos de violencia por la Policía después de que los vecinos alertasen de la presencia en el portal de un gran charco de sangre
Jornada negra ayer en Asturias. Eran poco más de las cinco cuando saltaba a los medios la noticia del asesinato de Érika, una niña de 14 años, en el ovetense barrio de Vallobín. La menor fue hallada muerta con signos de violencia por la Policía tras recibir un aviso de los vecinos a primera hora de la tarde. Habían encontrado un gran charco de sangre en el portal, motivo por el que alertaron a las fuerzas de seguridad.
En la vivienda, ubicada en la calle Vázquez de Mella 69, también se encontraba herido de gravedad un hombre, que fue trasladado en ambulancia al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Según indican desde la Policía Nacional, se ha decretado el secreto de sumario sobre las actuaciones y por el momento no se ofrecerá información oficial sobre la investigación que se lleva a cabo para el esclarecimiento de los hechos.
Tal y como informa esta misma mañana el diario La Nueva España, el detenido podría tratarse del vecino del 1ºE, del mismo edificio en el que residía la víctima, un hombre de 31 años y origen moldavo. Él la habría abordado por las escaleras, asesinándola a puñaladas por motivos que, hasta ahora, se desconocen, y más tarde habría tratado quitarse la vida.