Es habitual que, una vez pasadas las fechas navideñas, las Flores de Pascua comiencen a perder lustro y terminen falleciendo. Marián Parra, responsable de la Tienda de Plantas del Botánico, ofrece las claves para evitarlo
Con la llegada de las fechas navideñas llega también una de las plantas más populares en los hogares españoles, la Flor de Pascua. De un rojo espectacular, son muchos quienes optan por llevarse a casa un ejemplar para acompañar los clásicos adornos navideños, como el Belén o el árbol de Navidad. Sin embargo, no siempre se logra que este flor tan especial continúe con vida más allá de la visita de los Reyes Magos.
Tal y como explica Marián Parra, responsable de la Tienda de Plantas Jardín Botánico Atlántico de Gijón la Flor de Pascua llegó a Europa procedente de México y América Central en 1834, aunque su cultivo no se extendió hasta finales del siglo XIX. Fue Joel Roberts Poinsett, botánico, estadista estadounidense, primer Enviado Extraordinario y Primer Ministro Plenipotenciario de México, quien la puso de moda como planta navideña. Y a él se le dedicó su anterior nombre científico, Poinsettia pulcherrima.
¿Cómo debemos cuidarla?
Las poinsettias son plantas sensibles al exceso de humedad, señala la especialista. Así, la botritis o moho gris produce pudrición en tallos y raíces. Este hongo también puede detectarse observando las flores, si tienen algún indicio de moho gris a su alrededor, por insignificante que parezca, en unos días acabará afectando a toda la planta.
Una vez la tengamos en casa, ¿qué cuidados necesita? Lo primero es que debemos colocarla en un lugar luminoso, lejos de fuentes de calor como radiadores, halógenos… y donde no haya corriente de aire. Si vamos a ventilar la habitación, hay que procurar que no se encuentre delante de la ventana.
Y en cuanto al riego, se debe regar muy poco. Necesita el riego justo para que tenga un poco de humedad, pero sin empapar. En caso de duda, hay que tocar el sustrato, un poco de humedad será suficiente. Es preferible quedarse un poco corto que pasarse con el riego.
Eso sí, tras la floración puede perder las hojas, no debemos asustarnos. En este caso se poda y se riega muy poco. A finales de primavera rebrotará. En muchas casas conserva las hojas debido al uso de calefacción. En este caso, apunta Marián, debemos trasplantarla para que pueda seguir creciendo.