ENTREVISTA CON LA CANDIDATA DE PODEMOS A LA PRESIDENCIA DE ASTURIAS
SITUACIÓN INTERNA: «Puede que perdamos la confianza de quienes dudan de nuestra estabilidad interna, pero también que recuperemos la de los opuestos a la deriva actual del partido»
MOVILIDAD REGIONAL: «Nuestra propuesta es recuperar la gestión de las Cercanías; a partir de ahí, el gobierno tiene contraída con Asturias una deuda inmensa en lo referente a las infraestructuras»
BRECHA SALARIAL: «Hay que renegociar las condiciones de todas esas mujeres; aunque moleste a Florentino Pérez, quiero que el cuidado de personas pase de CLECE manos de quien no tenga ánimo de lucro»
Junto con la empatía, la capacidad organizativa, la justicia en el mando y otro sinfín de atributos más o menos bien definidos, pocas cualidades son tan necesarias en un líder como la resiliencia, la habilidad para encajar reveses, asumirlos una vez ocurridos y continuar adelante. El tiempo dirá si Covadonga Tomé Nestal (Luarca, 1970) reúne todas las virtudes anteriormente descritas, pero si de algo no cabe duda es de que la aspirante de Podemos a la presidencia de Asturias, al tiempo que pediatra en el Hospital de Arriondas, derrocha talante resiliente. Finalizado uno de los procesos de primarias más turbulentos de la historia democrática del Principado, que se saldó con el triunfo de su lista electoral, aunque al precio de perder a su ‘número cuatro’, Jorge Fernández, ahora Tomé centra todos sus esfuerzos en culminar con éxito una campaña que, espera, la llevará a gobernar la región y a imprimirle ese carácter social, de protección y desarrollo a un tiempo, que tan necesario considera para el conjunto de sus habitantes.
Han sido meses de tensiones con la dirección de su partido, semanas de reivindicaciones internas, una campaña electoral agitada… ¿Se siente cansada?
En absoluto. Puedo estarlo puntualmente, por un madrugón o una actividad, pero, en líneas generales, se me está haciendo corta, en el sentido de que en esta última semana parece que arrancamos con más fuerza. Y tenemos la sede tan llena de militantes, a tanta gente pegando carteles y contribuyendo… Ese calor es muy gratificante, y diría, incluso, que me falta una semana más. Lo que no decae ni una gota es el ánimo del principio. Sigo con la misma voluntad de servicio de mis comienzos, y decidida a tratar de aportar soluciones de los problemas cotidianos.
Puede contarse por horas el tiempo que resta hasta los comicios del domingo. ¿En qué situación llega Podemos Asturias a la línea de meta?
Creo que lo más importante es que llega con una candidatura que es con la que tenía que llegar, la elegida por la mayoría de la militancia, y con una dirección del partido interina. Y en este momento estamos todos en campaña, lógicamente, pero a partir del 28 volveremos a trabajar conjuntamente. Dicho esto, es de sobra conocido que no nos fue fácil llegar a este punto; hubo una serie de circunstancias que pudieron resultar llamativas para quien lo viese desde fuera, pero permitieron que, hoy por hoy, la democracia haya ganado en Podemos.
Mucho se ha escrito sobre la elección de su candidatura y la polémica interna que provocó. Las versiones no siempre coinciden, así que, como aspirante a gobernar el Principado que es… ¿Qué ocurrió realmente?
Es muy fácil de entender. En Asturias, a diferencia de en cualquier otro territorio del Estado, ganó las primarias una candidatura que no era la impulsada por la dirección estatal. Y, de alguna manera, en Podemos se está produciendo un cierto cierre; tal vez sea para conservar desde Madrid el poder sobre los territorios. Esto es algo que mi candidatura no representa. Por eso, para la dirección la primera sorpresa fue que nos presentásemos al proceso de primarias, y la la segunda, que las ganásemos. A partir de ahí se desató todo lo que vino después.
«Si no llegamos a encerrarnos en la sede de Gijón, ni Xune Elipe, ni Laura Tuero, ni yo misma estaríamos en la candidatura»
Fueron jornadas intensas: el encierro en la sede gijonesa, el registro de la candidatura bajo escolta policial, las concentraciones a las puertas del Palacio de Justicia de Oviedo… ¿Cómo recuerda aquellos días?
Evidentemente, reflexiono y hago autocrítica, y pienso que, quizá, algunas cosas fueron innecesarias. Otras no, desde luego; el encierro, por ejemplo, fue muy dramático, pero si no llegamos a hacerlo, ni yo encabezaría la candidatura, ni Xune Elipe estaría de ‘número dos’, ni Laura Tuero figuraría en la tercera posición. Jorge Fernández no pudo continuar, es cierto; esa es la parte en la que perdimos. Y eso no quita que fuesen momentos, incluso, bonitos, porque se hizo evidente una unión muy fuerte. Durante el encierro la gente nos trajo mantas, café, empanadas… No afiliados, ojo, sino simpatizantes de la zona de Gijón. Fue hermoso. En cuanto a la noche del registro de la candidatura, me sorprendió de guardia en Arriondas, así que no puedo valorarla objetivamente, pero aún hoy pienso que la tensión se hubiera solucionado tan fácilmente como que la secretaria de organización, al salir, hubiese dado copia de la lista a mis compañeros.
¿Y ya están trabajando todos a una?
Nos estamos respetando mutuamente. La dirección no está trabajando en la campaña todo lo que nos gustaría. Son cosas tan concretas como no aportar gente para colgar banderolas, o pegar carteles. Pero bueno; por suerte, tenemos muchas manos amigas.
No obstante, ¿teme que esa disputa interna, aunque ya pasada, pueda lastrar los apoyos a su partido en las urnas?
Lo que creo es que puede suponer, efectivamente, que perdamos la confianza de algunas personas que desde fuera hicieron esa lectura, y que se pregunten qué garantía de estabilidad podemos darles. Pero también pienso que puede servir para recuperar el voto de mucha gente que confió en Podemos en 2015, y que está cansada de la deriva que estaba empezando a dar el partido en Asturias, alejándose de la parte participativa y democrática. Esas personas verán en nuestra candidatura la recuperación de ese Podemos primigenio, con lo cual esperemos que la balanza se decante hacia ese lado.
En estas jornadas de campaña, y durante las semanas previas, ¿qué resultado ha arrojado su toma de temperatura del Principado?
Pienso sinceramente que la clave está en mirar a la gente que tienes a tu alrededor, saber lo que le preocupa y ofrecer soluciones. Una vez hicimos eso, hay una cuestión importantísima en nuestra región, que es la del empleo. Hace falta que Asturias tenga un plan estratégico para impulsarlo, porque nos lamentamos de que la gente se marcha, pero no se han implementado soluciones. En ese sentido, hay que explorar todos los nichos posibles de generación de empleo. Por ejemplo, en el sector industrial hemos de abogar por la participación pública en las grandes industrias, de modo que cada euro que se invierta en ellas sea a cambio de una garantía de permanencia. Y participar de ellas no sólo poniendo dinero, sino también reinvirtiendo los dividendos no en el bolsillo de los directivos, sino generando puestos de trabajo en sectores estratégicos.
¿Por ejemplo?
En Asturias tenemos una ventana de oportunidad en todo lo que tiene que ver con la producción de energías renovables. Es un hecho comprobado, y no faltan ejemplos. Hace pocos días sabíamos que Windar Renovables había sido comprado por el fondo de capital británico Bridgepoint. Pues bien, si hubiésemos espabilado e insertado capital público, ahora tendríamos una empresa puntera en producción de aerogeneradores, y no estaría en manos de los ingleses.
Sí, pero la inyección de dinero público en corporaciones privadas no es algo novedoso; de hecho, ya se está haciendo.
Es cierto. El problema es que no revierte en Asturias, porque va a fondo perdido. En ArcelorMittal se pusieron450 millones de euros; en Duro Felguera, otros 126 millones. Esa inversión, que parte de un fondo público, tiene que ir de la mano del compromiso de permanencia, de la garantía de creación de empleo y de la reinversión para generar trabajo en otros sectores. Y, por supuesto, tiene que ser un modelo mixto, en el que las grandes corporaciones coexistan con emprendedores, PYMES, pequeños comercios, negocios hosteleros… Ahora bien, el ejemplo de la industria es una herencia de aquella reconversión industrial que nunca fue, de aquellos fondos que llegaron y que no se usaron para lo que se debería.
De cara a la creación de empleo, ha puesto sobre la mesa en varias ocasiones las posibilidades que ofrece el sector de los cuidados.
Es importantísimo, desde luego. Somos una población con una pirámide invertida, con mucha gente mayor que se ganó los mejores cuidados posibles, y pienso que, en ese sentido, es preciso hacer un trabajo serie de reflexión y una inversión en gestión. Las familias gastan un capital importante para tener acceso a estos cuidados, que están en manos de grandes empresas. Hay que remunicipalizar allá donde sea posible, generar empleo público; además, ha de ser de calidad, por supuesto.
«El SESPA sufre problemas coyunturales, y otros que no lo son tanto; faltan condiciones laborales atractivas para médicos, y replantear las categorías profesionales»
Es una cuestión espinosa; sobre todo, a tenor de que el deterioro del sistema de salud público figura entre las principales preocupaciones de los asturianos…
Tras ese problema hay razones coyunturales, y otras que no lo son tanto. Que de repente se redujeran las plazas MIR es consecuencia directa de los recortes del gobierno de Mariano Rajoy; no hay que darle más vueltas. Y sí, reponer la tasa de jubilación de profesionales cuando cortas la entrada al sistema de nuevos especialistas es muy complicado, pero es que en esta autonomía no se ofrecieron condiciones laborales para que la gente se quedase. Ni retributivas, ni de conciliación, ni de flexibilidad en la gestión… Luego está el posible replanteamiento de las categorías profesionales. Es verdad que contratar médicos es más complicado ahora, pero hay espacio para esas otras categorías, que descongestionarían el sistema. Si contratas optometristas que, al mismo tiempo, tienen unas competencias determinadas en oftalmología, el oftalmólogo podrá dedicarse a operar o hacer tratamientos más específicos, para las que sólo ellos están formados. Y, del mismo modo, tenemos que desarrollar al máximo las competencias en enfermería, en atención primaria, en psicología… En ese último ámbito es una emergencia, porque es preocupante el creciente número de persona, a menudo jóvenes, con problemas, que requieren atención. Y lo digo como médico.
Mencionaba antes las falta de condiciones para retener talento. Ese es de, he hecho, uno de los grandes problemas del Principado: la baja natalidad y la creciente emigración en busca de oportunidades. ¿Cómo atajarlo?
Para ello tienes que ofrecer unas condiciones de vida que sean las mejores de la cornisa cantábrica. Y, aparte de potenciar las posibilidades de obtener un empleo, debes proporcionar acceso a una vivienda a un precio razonable, que no se lleve el 50% o más de un salario. En ese aspecto, hay que aumentar el parque público de viviendas, y dar facilidades para emanciparse antes de cumplir 30 años. Aparte de eso, es preciso dar acceso de calidad a todos los servicios públicos, y potenciar la cultura, que es muy importante pese a que no se hable lo suficiente de ella. Y desarrollar el transporte público, desde luego. En ese terreno, a propuesta de Podemos se consiguió, al fin, el transporte gratis para jóvenes, aunque tenemos trenes desmantelados, y si realmente funcionasen con horarios suficientes, con precios razonables, contribuirían a traer a la gente. Asturias necesita de una vez un transporte del siglo XXI, accesible económicamente, con suficiente regularidad y si es ecológico, mejor.
Desde Podemos, ¿cómo se proponen conseguirlo?
Nuestra propuesta es recuperar la gestión del servicio de Cercanías. Hay modelos como el vasco o el catalán, que parecen demostrar que es la mejor forma. En Asturias hemos de apostar por recuperar los horarios, las tarifas, el personal… Eso sí, referente a los trenes, no a las infraestructuras, porque estas últimas acarrean un coste y un retraso histórico. En ese sentido, el gobierno tiene contraída con nosotros una deuda inmensa, que debe ir pagando. Ahora bien, debes tener suficiente peso político, y significancia dentro del estado, como para hacer que realmente se tomen en serio los compromisos para esta comunidad. Y recuperar tanto esa entidad, esos trenes, pasa la reforma del estatuto de autonomía, dotarnos de uno que de verdad blinde los derechos sociales, propicie recuperar competencias y nos dé la dignidad e importancia que debemos tener dentro del gobierno español.
Un objetivo ambicioso… ¿Lo considera realizable?
Dependerá de la composición de la Junta a partir del 28 de mayo.
Dentro de esa propuesta de modificación del estatuto juega un papel esencial el establecimiento de la oficialidad de la ‘llingua’. Se trata de una reivindicación de Podemos desde sus orígenes, aunque algunas voces señalan que, tal vez, hoy no esté entre las prioridades de los asturianos…
Este tema lleva planteándose cuarenta años, y siempre se fue dejando atrás, inexplicablemente. Hubo otros territorios donde progresó, sin ningún tipo de drama, aunque al principio también parecía difícil. Y hoy los gallegos hablan orgullosamente su lengua, y a nadie se le ocurre decirle al señor Alberto Núñez Feijóo que eso es un problema. En Asturias, de alguna forma, parece que renunciamos a ese derecho, y no entiendo por qué. Así que la oficialidad de la lengua estaría incluida, por supuesto. En cuanto a si percibo que la gente lo pide en la calle, una sí, otra no, y otra parece haber olvidado que tiene ese derecho a conservar su patrimonio cultural. ¿Por qué debemos renunciar a él y, más importante, a quién puede molestar esa riqueza?
Desde otros partidos se ha puesto sobre el tapete la posibilidad de ir más allá, y reformar la ordenación del territorio del Principado: fusionar concejos, constituir un área metropolitana entre las principales localidades… ¿Cómo analiza tales propuestas?
A día de hoy, la reforma territorial me parece un brindis al sol. Sobre todo, porque me extraña mucho que el PSOE, el partido con más alcaldías en la región, vaya a renunciar a seguir teniéndolas unificando municipios. Y si la justificación es agilizar la burocracia, no sé si a quien vive en Yernes y Tameza le beneficiará tener que ir a Gijón o a Oviedo a hacer cualquier trámite. Creo que sería preferible un Ayuntamiento bien dimensionado, con un servicio de ventanilla única que resuelva los problemas. Otra cosa es el área metropolitana central, que creo que, bien diseñada y planteada con criterio, tiene potencial para colocar esa zona de Asturias como una de las conurbaciones más importantes del país. Claro, eso debe pasar por una buena comunicación con el resto del Principado, y no resultar en una merma de posibilidades para los ciudadanos de otras áreas.
Ya que ha mencionado Gijón, ¿qué papel juega la ciudad más poblada de Asturias en la estrategia de gobierno de su partido?
En Gijón una de las cosas que me preocupa es la contaminación en la zona oeste, y no tengo la menor duda de que, para mejorar la vida de la ciudad, es una de las cuestiones a atajar inmediatamente. Para eso hay que exigir a las industrias que cumplan con las especificaciones de la OMS. Además, es una apuesta muy importante a medio y largo plazo. No hablamos sólo de que se cuelgue la ropa en el tendal y quede negra; es algo mucho más serio, que atañe a la salud de la gente. Una vez sentado ese punto, otra cuestión relevante es que Gijón ha de ser uno de los sitios en los que poner más esfuerzo para generar empleo, y que la juventud se quede. Y hay dos temas que no se pueden dejar de lado: el juicio por los sobrecostes de El Musel, del que apenas se habla porque hay intereses que no se quieren destapar, y la construcción del hospital privado Quirónsalud en Nuevo Gijon, un pelotazo indecente tras esa sospechosa permuta de terrenos con el Consistorio.
Mirando más allá de los comicios de este domingo, mucho se ha hablado de su posible proximidad y la de su equipo a Yolanda Díaz y a su proyecto Sumar. ¿Ve factible una alianza futura con dicha iniciativa?
Yo me presento a unas elecciones encabezando la lista de Podemos Asturias, así que es fácil entender que lo que me gustaría es que en el espacio Sumar mi partido esté incluido como un actor más, en igualdad de condiciones y con el mismo nivel de conversación que cualquier otro. Creo que sería la forma de que verdaderamente funcionase. Y tampoco hay que engañarse; Podemos es un partido con una cierta implantación, con una militancia que creo que estaría de acuerdo. A partir de ahí, respeto muchísimo a Yolanda Díaz como persona y como figura política. Es alguien con quien me gustaría trabajar, porque creo que se puede hacer bien, pero también creo que los hiperliderazgos nunca son buenos. Aun así, ojalá Podemos llegue a ser parte. Soy optimista por naturaleza, y sería una oportunidad muy interesante para el país.
¿Alberga una opinión similar de Irene Montero e Ione Belarra?
Opino que son dos excelentes ministras, que están haciendo un trabajo extraordinario, cada una en su campo. En Asturias debemos estar bien orgullosas de que, gracias a Belarra, hubo una inversión en dependencia muy por encima de lo que veníamos teniendo históricamente. Y en Igualdad también se ha trabajado, y se trabaja, muy bien. Así que la respuesta es sí, trabajaría a gusto con ellas.
Aun así, queda todavía en el tintero el drama de tener en Asturias la mayor brecha salarial entre hombres y mujeres del país…
De forma errónea, cuando hablamos de igualdad nos vamos a cuestiones tan dolorosas como la violencia de género, pero la desigualdad está en muchos ámbitos. En la industria asturiana, por ejemplo, se fueron intercambiando puestos de trabajo con una cierta calidad y unos sueldos dignos, por otros tremendamente precarizados y, sobre todo, en manos femeninas. Y no hablemos ya del sector de los cuidados, en el que las mujeres cobran de media 1.000 euros menos que los hombres; esto, en 2023, es inaceptable. Evidentemente, hay que renegociar las condiciones de trabajo de todas esas mujeres, y claro que habrá quienes lo pongan difícil. Sobre todo, Florentino Pérez; en ese sentido, quiero que el cuidado deje de estar en manos de CLECE y de sus filiales, y pase a estar en manos no de quien tenga el ánimo de lucro, sino el de velar por el bienestar de usuarios y trabajadores. Y no olvidemos otros punto crucial: lo contrario de la pobreza no es la riqueza; es la justicia. Y en Asturias necesitamos una justicia social inquebrantable.