El vehículo, estacionado en el aparcamiento bajo el centro deportivo, quedó calcinado, y las llamas afectaron a otro turismo y a una moto cercanos; no obstante, y pese a la densa humareda, el gimnasio fue evacuado y no hubo que lamentar heridos
Cojamos el sustantivo ‘gimnasio’, juntémoslo con el verbo ‘quemar’, y automáticamente esa pareja dará a luz en la mente a la palabra ‘calorías’. Pero no… Lo que ayer ardió bajo un centro deportivo de Gijón no fue materia grasa… En la tarde de este jueves un turismo estacionado en el aparcamiento situado en la calle Carlos Marx, precisamente debajo de uno de tales negocios atléticos, perteneciente a una conocida cadena, rompía a arder espontáneamente, generando una densa humareda y llegando a afectar a otro coche y a una moto ubicados cerca. Afortunadamente, el gimnasio fue evacuado en su totalidad, al tiempo que se pedía a los vecinos de los pisos que cerrasen las puertas y ventanas de sus viviendas, y no hubo que lamentar daños personales de ninguna consideración.
Según han confirmado fuentes municipales, las llamas se iniciaron en un vehículo con motor a gasolina. Lo sucedido no tardó en llamar la atención de las personas que transitaban por la zona, y pronto se personaron efectivos del Servicio de Bomberos de la ciudad. Una vez allí, los profesionales tendieron líneas de ataque con mangueras, y procedieron a extinguir las lenguas de fuego, no sin que antes varios curiosos inmortalizasen el suceso con sus smartphones. Un pintoresco recuerdo para un hecho que, no conviene olvidarlo, podría haber degenerado en una tragedia.