«Cuando se olvida la historia, se repite, y se está empezando a repetir. Queremos recrear lo que fue la historia sin ningún afán ni de protagonismo ni de política», explican desde la Asociación Histórico Cultural ARHEM
En plena efervescencia cultural de mundos distópicos y postapocalípticos, pocos pueden siquiera comprarse a lo que experimentó el mundo ‘real’ el 1 de Septiembre de 1939, cuando empezó la guerra que sobresale entre todas las guerras: La Segunda Guerra Mundial. Casualidades del destino, el 6 de septiembre de 2024, los responsables de la Asociación Histórico Cultural ARHEM trajeron a la CometCon 2024 de Gijón el photocall más espectacular. Porque ellos no se limitan a recrear los uniformes y armas de los ejércitos Nazi y Estadounidense respectivamente: trajeron de regreso el material original. Destaca sobremanera la moto BMW con Sidecar (1938) por parte del ejército alemán y el Jeep Ford GPW (1942) por parte del ejército yankee, ambos vehículos auténticos, un verdadero lujo que demuestra el potencial que tienen muchos asturianos para sorprendernos con cosas que creemos que sólo se podrían ver fuera de nuestras fronteras.
Samuel González García, caracterizado como un soldado de la Infantería Norteamericana que se pudo ver en la Batalla de Normandía (1944) y Vicente Dietrich, todo un SS-Oberst-Gruppenführer (1942), que es el segundo rango militar de más alta jerarquía dentro de las SS, nos hablan de los vehículos y, en particular, Samuel nos habla del espectacular Jeep: «En la Segunda Guerra Mundial, los Jeeps fueron fabricados por Willys y por Ford. El nombre Jeep se lo dieron lo soldados y está sacado de un personaje de Popeye con poderes mágicos. Los Jeeps fabricados por Ford son mucho menos abundantes que los de Willys. Este vehículo (lo señala) es auténtico y fue entregado al ejército el 18 de mayo de 1942. Aunque no lo puedas creer, este lo compré en milanuncios, hay mercado para esto».
Aunque el BMW con Sidecar es un espectacular vehículo real como el Jeep Ford GPW, en la parte del partido Nazi lo que más despertó la fascinación del público fueron los uniformes de las SS que lucían Vicente y otros figurantes (recordad que son caracterizaciones, no nazis reales). Vicente nos explica varias cosas sobre estos trajes, a los que popularmente se atribuye su confección a Hugo Boss: «Hay un fallo histórico muy grande al decir que los uniformes alemanes los diseñó Boss, no es así, el diseño fue obra de unos diseñadores de las SS e incluso el mismísimo Adolf Hitler hizo algunos bocetos. Boss supo aprovechar la circunstancia, se hizo miembro de partido y entonces le dieron más trabajo que a otros sastres pero él no diseñó nada de nada. La fabricación de los uniformes se hizo incluso en campos de concentración. Boss aprovechó muy bien el momento y montó una gran factoría en Munich. Si los demás hacían 1.000 uniformes, Boss hacía 10.000. Los uniformes alemanes siempre han despertado mucho interés por la estética que tienen, la concepción de un uniforme alemán siempre está mucho más preparada y la estética que tiene en una formación impacta mucho más visualmente que otros uniformes contemporáneos. Por ejemplo, el famoso uniforme negro de las SS se usó muy poco en la guerra, se utilizaba principalmente en actos ceremoniales». Respecto al BMW con Sidecar nos cuenta: «Esta moto es de Ángel, el dueño del Museo Las Ayalgas de Silviella. Durante la guerra, se la llevaron los rusos y alguien consiguió traerla de regreso a Alemania y de ahí a España. La moto funciona perfectamente y todas las piezas son originales, tal y como eran en 1938».
ARHEM tiene unos objetivos claros: «Queremos transmitir que la historia se puede vivir, se puede investigar y sobretodo no olvidarla, para mí esto último es lo más importante. Cuando se olvida, la historiase repite, y se está empezando a repetir. Queremos recrear lo que fue la historia sin ningún afán ni de protagonismo ni de política, tampoco somos partidarios de ninguno de esos regímenes. Nos vestimos como fue en su época y queremos que se respeten las banderas y la simbología cómo fue en su época. El día que se eliminen los componentes de lo que ha sido la historia, la historia no merece la pena ya. Esto les está pasando a Alemania o Francia, que no permiten muchas de estas cosas. Me preocupa que nuestros hijos puedan volver a ver algo como lo que pasó en Segunda Guerra Mundial», explica Samuel. La acogida y la amabilidad que Samuel y Vicente tuvieron con miGijón es digna de elogio, así como la cantidad de información histórica y reflexiones interesante que hubiese dado para un artículo mucho más grande, sin olvidar el cariño y la fascinación del público. El director de la CometCon, Héctor Lasheras, sólo puede decir cosas buenas de ARHEM: «A mí me ha impresionado la recreación que hicieron, no sé si llamarla recreación porque los vehículos son reales. Toca tangencialmente el tema del cosplay y está teniendo una buena aceptación, incluso en gente que no se esperaba encontrarse con esto».
Para finalizar este artículo, le damos la palabra a Vicente Dietrich: «Hoy el mundo está muy controlado. Lo único que pido es que la historia sea cultura siempre, si conocemos la historia perfectamente y con un poco de cultura. Fácilmente no volvemos a repetirla y a caer en sus mismos errores. El pueblo que no mira por su propia historia está condenado a repetirla».
Miguel es un gran artículo bien elaborado , mi mayor agradecimiento