El tenis español despedía ayer a la primera leyenda de este deporte en nuestro país, Manolo Santana. Ganador de Roland Garros en dos ocasiones, de Wimbledon, US Open y medalla de oro en México 68, entre otros méritos. Pero a la afición gijonesa nunca se le olvida su famoso partido amistoso en 1963 contra Juan Gisbert.
Fue la gran actividad de apertura organizada por el Club de Tenis de Gijón, que estrenaba por entonces la primera pista de tierra batida de la ciudad. Gisbert y Santana, estandartes de la élite del deporte en los sesenta, enamoraron tanto al público con su juego, según las crónicas de la época, que el presidente del club, Don Dionisio Fernández-Nespral, propuso a su junta directiva la creación de un torneo anual.
Al año siguiente, Juan M., Couder es ganador del I Torneo Dionisio Nespral. Santana volvería a hacer una visita en 1966, aclamado tras su triunfo en Wimbledon. Desde que comenzara el torneo, el único tenista que ha ganado el trofeo en propiedad ha sido Carlos Bravo, con tres triunfos consecutivos. En las ediciones de 1984 y 1985 se disputó por equipos. En 2019, la competición se incorporó al circuito nacional de la Real Federación Española de Tenis (IBP Uniuso Tennis Series – Circuito Nacional de Tenis RFET). Grandes nombres de la raqueta se han llevado el Dionisio Nespral en tiempos recientes: Feliciano López, Tommy Robredo, Carlos Moyá o Pablo Carreño.