El alumnado ha centrado su contribución a la Semana Europea de la Prevención de Residuos, que impulsa COGERSA, en la elaboración de bolsas decoradas con mensajes de concienciación que mañana serán repartidas
Cuesta pensar en un objeto que combine los conceptos de simplicidad y funcionalidad con mayor precisión que una bolsa. Sí, una sencilla y humilde bolsa de mano. De una simplicidad pasmosa en su concepción más básica, es, sin embargo, un útil con múltiples usos: desde recipiente y elemento de protección frente a las inclemencias del tiempo, hasta complemento de moda, envoltorio improvisado para regalos… E, incluso, lienzo de arte y soporte para mensajes. Un valor ese último que es, precisamente, el que el alumnado del colegio Juan Pablo II-San Miguel de Gijón se ha propuesto explotar para contribuir a la Semana Europea de la Prevención de Residuos que, en la región, impulsa el Consorcio para la Gestión de los Residuos Sólidos de Asturias (COGERSA). Su acción, bautizada ‘Salva nuestro planeta: envoltorios fuera’, consiste en plasmar en bolsas reutilizables mensajes de concienciación contra el abuso de los plásticos, y repartirlas este viernes entre los usuarios de los supermercados de El Llano. Algo asequible, sí, pero que, confían, contribuirá de forma clara a remover más de una conciencia, y a cambiar hábitos.
Si bien todos los estudiantes del centro se han lanzado a apoyar esta idea, han sido los más pequeños los que la han abrazado con mayor entusiasmo. En su caso, las bolsas decoradas serán llevadas a sus propios hogares, de modo que su efecto de reflexión se produzca entre sus familiares. El eslogan que da nombre a la campaña se repite en casi todas, pero no así los diseños aportados por los alumnos. Y es ahí donde queda patente tanto la creatividad como el compromiso de estos jóvenes participantes. Globos terráqueos animados, árboles confeccionados uniendo piezas de papel maché, un dream team de contenedores de basura de todas las clases existentes que claman por ser debidamente utilizados… Sólo la imaginación es el límite.
Pero esta actividad no se limitará al interior de las aulas o de los hogares de cada estudiante. Mañana, a partir de las 12.15 horas, y a modo de gran colofón, los participantes de tercer y cuarto curso de ESO franquearán los límites del recinto y comenzarán el reparto de las bolsas entre los usuarios de los supermercados y tiendas del barrio. Una táctica combinada con la emisión de varios vídeos sobre la misma temática rodados por los participantes de mayor edad, y que, en bloque, aspira a transformar no sólo el mismo colegio, sino todo El Llano, en un espacio más comprometido con el medio ambiente y con la salud de quienes habitan el globo. Porque, como estos jóvenes y docentes han asimilado hasta la médula, proteger el planeta es, hoy más que nunca, cosa de todos.