Si bien el primero de ambos sucesos no entrañó daños personales, en el segundo dos adultos y dos menores tuvieron que recibir atención médica por inhalación de humo

Seamos sinceros: dejando a un lado hechos puntuales, Asturias no es, en líneas generales, una región en la que los incidentes abunden de forma masiva. Sin embargo, y como siempre ha de haber una excepción que confirme la norma, en las horas finales de la tarde de ayer sábado los bomberos del Servicio de Emergencias del Principado (SEPA) recibieron una ración doble de trabajo, y casi al mismo tiempo, en dos puntos de la comunidad bastante alejados entre sí. Y es que, mientras en Siero cuatro coches acababan calcinados en un aparcamiento de la localidad, en Avilés se declaraba un incendio en una vivienda de la avenida Asturias. Afortunadamente, sólo el segundo de ambos sucesos entrañó daños personales: cuatro personas, dos adultos y dos menores, que tuvieron que ser atendidos por inhalación de humo.
De hecho, fue nel ocurrido en Avilés el primer incidente que se registró. A las 21.49 horas el Centro de Coordinación de Emergencias recibía el aviso de que salía humo de una vivienda situada en el primer piso de un bloque de tres alturas. Al lugar de los hechos se desplazaron de inmediato cinco efectivos del parque local, a bordo del vehículo de primera salida, del camión nodriza y de la autoescalera. No obstante, a su llegada a la zona los bomberos comprobaron que las llamas, iniciadas en la cocina, ya habían sido apagadas con un extintor utilizado por el varón, quien, por otra parte, presentaba dificultades para respirar. En consecuencia, tanto el hombre como su acompañante femenina y los dos menores fueron trasladados al cercano Hospital San Agustín. Con la casa ventilada y a salvo, los profesionales de emergencias se retiraron a las 22.46 horas.
Menos lesivo en lo humano, aunque mucho más aparatoso, fue el fuego registrado en Siero. Allí, en el aparcamiento de Naón, cuatro coches (si bien en el primer aviso, emitido a las 23.31, se indicó que únicamente eran tres) rompieron a arder por causas que aún se están investigando, emitiendo una densa humareda negra bien visible desde distintos puntos de la localidad. Para cuando los bomberos del parque de La Morgal arribaron al escenario, las lenguas de fuego ya afectaban a una furgoneta estacionada cerca, aunque los daños que esta última sufrió fueron escasos. Valiéndose del vehículo de primera salida y del nodriza, pudieron extinguir el incendio y enfriar la zona, regresando a su base a las 1.21 horas.