Cuando el cuerpo baila, la mente olvida. En tiempos de distanciamiento social, la música nos mantiene unidos. A falta de ocio nocturno en el que poder desquitarnos al ritmo de la canción del momento, las escuelas de danza siguen al pie del compás. Gijón es la ciudad asturiana con más centros de danza por metro cuadrado en el Principado de Asturias, con cerca de 20 escuelas de baile. El centro de danza Melania Ferrán es una de las escuelas gijonesas que, a pesar de las adversidades, sigue apostando por poner banda sonora a la vida de sus alumnos.
Desde hace 8 años, Melania Ferrán transmite su pasión por la danza. Un ejercicio con un sinfín de beneficios, ya no solo para el bienestar corporal. “Te aporta a nivel psicomotriz o a nivel de postura. Los psicólogos también lo recomiendan para las personas que tienen problemas sociales, que quizás no sepan relacionarse. Bailando se consiguen grupos de amistades”, explica la propia Melania. Además, como se suele decir, en la variedad reside el gusto. Dentro del centro, se imparten clases de estilos musicales muy variados. Desde sevillanas o bailes de salón hasta música urbana, pasando por estilos como el ballet.
Unas normas que trascienden de la música
Precisamente, esta disciplina clásica sigue siendo una de las más solicitadas por las bailarinas más pequeñas. “A las niñas que les gusta el ballet, lo tienen muy claro desde pequeñas. Es raro que cambien”, cuenta Melania. Una disciplina como el ballet exige ciertas normas que no encontramos en otros ritmos. La vestimenta o la puntualidad son factores esenciales en este baile, algo que se puede extrapolar para el futuro de los pequeños aprendices. “Les explicamos que el día de mañana cuando vayan a trabajar, les van a exigir unas normas. Por eso, deben llevar una indumentaria, un calzado, un peinado específico”, explica, al igual que resalta la importancia de la puntualidad.
Aunque el ballet siga marcando tendencia entre las más jóvenes, el estilo que más alumnos mueve es la música urbana. La evolución de los ritmos, los videoclips musicales y sus coreografías han animando a los gijoneses a intentar emularlo, algo que pueden realizar en el centro de danza Melania Ferrán. “Está pegando muy fuerte el comercial dance, que consiste en repetir bailes de videoclips de canciones actuales”, cuenta su propietaria. Un fenómeno que también podemos ver en la archiconocida red social TikTok, que lleva varios años poniendo a bailar a adolescentes de todo el mundo. En cambio, en este centro de Gijón no ha tenido tanto efecto como se podría pensar. “Pensábamos que con el aumento de TikTok, íbamos a tener un aumento de ese tipo de bailes, pero la verdad es que no ha sido así”, añade Melania.
Las artes marciales, otra vía de escape
Paralelo a la Escuela de Danza Melania Ferrán, convive el centro deportivo Area 51. En este espacio, la música se transforma en el sonido de los movimientos corporales de las artes marciales. Unas modalidades, como el boxeo o el jiu-jitsu brasileño, cuyas normas se pueden trasladar más allá del gimnasio. “Los artes marciales tienen una serie de normas de conducta que pueden ser aplicables a la vida cotidiana. Son normas muy simples que les enseñan a los peques a tener una conducta de funcionamiento”, explica Manuel Salazar, monitor de artes marciales en el centro deportivo.
Manuel sabe bien de lo que habla. 25 años dedicados al boxeo, ahora enseña los conceptos de esta disciplina y del jiu-jitsu brasileño, una modalidad que le atrajo en los últimos años. Empezar en el mundo del deporte de contacto, como él mismo explica, fue su tabla de salvación. “A mí el deporte me salvó. Yo crecí en un barrio muy difícil. Con 9 años me cogió mi entrenador, me sacó de ahí y empecé a entrenar. Es algo que te exige 24 horas al día”, cuenta Manuel.
Y es que las disciplinas de contacto son fórmulas de liberación. Para muestra, una experiencia real de hace unos meses. “Me escribió una madre contándome que era imposible corregir a su hijo de 13 años. Se vino con nosotros y encontró en el boxeo una vía de escape de toda la frustración. Se la gestionamos haciendo deporte”, explica el monitor. Danza y artes marciales. Dos vías de expresión corporal con cabida bajo el nombre del centro deportivo Área 51 y la Escuela de Danza Melania Ferrán. Un espacio en el que, ahora más nunca, poder buscar una libertad a través de nuestros movimientos.
Borja Fernández es colaborador en miGijón y periodista en Radio MARCA Asturias