«No queremos que el PSOE construya un mártir en torno a la figura de la alcaldesa porque es un juego que conocemos»
«No creo que veamos metrotren y dudo mucho que seamos capaces de construir una estación intermodal»
«Tenemos un referente muy claro: José Manuel Palacio. Una referencia honesta, progresista y trabajadora»

Para David Alonso (Oviedo, 1978), geógrafo de profesión, la política es ese gusanillo que le picó hace ya muchos años. Hace dos años fundó, junto a un «grupo de personas normales» como él mismo cuenta, Por Gijón, un nuevo partido local cargado de ganas, de propuestas y de iniciativas «reales«. Tras un varapalo en las últimas elecciones, en la que no consiguieron sacar representación municipal, Por Gijón continúa su oposición «desde fuera», con Alonso como portavoz. Tienen un ojo puesto en los comicios de 2023 y otro en la actualidad gijonesa.
¿Dónde nace y qué persigue el partido político Por Gijón?
Nace de un grupo de personas que cree que la política municipal no está yendo en la dirección adecuada, que ve fundamental dar prioridad a los intereses de la ciudad y no mantenerse alejado de la realidad. Una realidad que ya entonces percibía la mayor parte de la ciudadanía: que había carencias en el Ayuntamiento y en la forma de hacer política.
Los que formamos este partido tenemos una vida propia, alejados de servilismos políticos, y queremos demostrar que se puede hacer política sin estar rodeado de palmeros. Queremos aglutinar a la mayor parte de la gente en torno a una idea central, que es que nuestra ciudad nos preocupa: tenemos problemas en cultura, medio ambiente, urbanismo, movilidad…y hay que atajarlos. Es algo que escucho al resto de partidos decir, pero que no casa con lo que pasa en los plenos. La realidad no es esa, ojalá lo fuera.
¿Dónde se sitúa Por Gijón en el arco ideológico?
Tenemos un referente muy claro: José Manuel Palacio. Una referencia honesta, progresista y trabajadora que buscaba darle dignidad a la ciudad. Y que, además, lograba consensos en todos los lados. Lo hizo en su primera etapa, dando incluso concejalías a los partidos que lograron su oposición, cosa que ahora es impensable. Y a eso aspiramos, a lo que él logro en la ciudad. Indudablemente, en el arco ideológico estamos situados a la izquierda: políticas progresistas, educación pública y sanidad pública.
Hay cierto paralelismo con Íñigo Errejón y Más Madrid. Los dos abandonáis Podemos para embarcaros en un nuevo proyecto político, ¿se ve identificado?
No. En Por Gijón hay mucha más gente que no estaba o no simpatizaba con Podemos de los que sí. Desconozco si eso pasa en Más Madrid, pero lo que tenemos claro es que nosotros no somos una escisión de Podemos. Tenemos gente que votaba a todos los partidos.

Nació en Oviedo, al igual que la actual alcaldesa, Ana González, algo con lo que a ella se le ha castigado en numerosas ocasiones ¿Cree que influye en la visión política que se tiene de ambos?
En mi caso a Gijón la elegí y llevo más de 20 años viviendo en esta ciudad. El mismo Palacio nació en La Habana. Y no, no creo que a Ana González se le castigue por haber nacido en Oviedo. La crítica comienza en unas declaraciones suyas, ocho o nueve meses antes de las elecciones, donde dice que “Paseas por Gijón y ves desidia”. Es sabido que entonces ella ni siquiera vivía aquí. En ese momento, a raíz de jactarse de la situación de la ciudad sin desarrollarse ni vivir en ella, creo que empieza la polémica.
Por otro lado, sobre lo que habría que reflexionar es sobre qué respeto se tiene por la ciudad desde los partidos políticos, trayendo como candidata a alguien que no conoce Gijón en absoluto. A mí me daría vergüenza presentarme por una ciudad en la que no sé, por ejemplo, cuanto cuesta el billete de autobús. Y estoy seguro de que si se le hubiera hecho entonces esa pregunta a Ana González no hubiera sabido responder.
En Gijón, salvando el periodo de Foro, siempre ha habido tras la Transición alcaldes socialistas, ¿qué opina de esta hegemonía?
Tiene sentido por el carácter de la ciudad. Ha habido un desarrollo de la burguesía en torno a la evolución industrial y un pasado reciente obrero, lo que ha generado una posición que entiendo positiva de la ciudad: abierta, progresista, dinámica , receptiva. Todo eso se ha trasladado a un voto mayoritario al PSOE.
La ‘marca PSOE’ sigue representando, aunque no sea cierto, esa necesidad de avanzar con criterio, de integridad, modernidad. Y digo que no es cierto porque es algo que luego no cumplen. Es complicado desmontar esa ‘marca’ de tantos años.
¿Puede ser, entonces, que el resto de partidos no haya sabido conectar con la ciudadanía y comunicar lo que quería hacer?
Esa es una de las razones del nacimiento de Por Gijón. ¿Quién le va a hacer una oposición? No ha habido figuras ni partidos que hayan conseguido romper esa dinámica, aunque sé, y entiendo, que es complicado.
Además, los dos grandes bloques PP y PSOE, siguen anclados en ese bipartidismo que necesitan, de ahí por ejemplo, que no se toque la Ley Electoral. Y lo que sucede con todo es que dejan en el olvido las necesidades de Gijón, que creo es el pensamiento de gran parte de esta ciudad.
Parte de esas necesidades se han visto salpicadas de polémicas en los últimos meses. Una de ellas, la renaturalización del río Piles, que no ha logrado aún un consenso en torno a ella. ¿Qué falta para que se llegue a acuerdos en temas tan relevantes para Gijón?
Por la soberbia que da la ignorancia es por lo que no se llegan a acuerdos fundamentalmente. El Piles, y toda la cuenca este, tiene un problema ya desde 1991 en que se firma el convenio entre las tres administraciones para hacer el Plan de Saneamiento de todo Gijón.
A día de hoy, el principal problema que sigue teniendo es que sigue recibiendo alivios (es decir, cuando los colectores se llenan de todo tipo de agua alivian hacia el Piles) y también vertidos directos de pequeños fallos del sistema de saneamiento que acaban en el río. Eso no es algo nuevo, es algo de lo que se tiene conocimiento hace 30 años.
Algunos fallos se han ido subsanando, aunque la gran parte no. Algo que se materializa en que unas 60 veces al año la playa debería estar cerrada por los procesos de alivio al río. Pero no se explica, y lo que habría que hacer es un consenso, tanto político como ciudadano, para realizar una inversión y arreglarlo. Es lo primero para solucionar su problema de contaminación, que no haya un solo vertido al río.

Sin salir del agua le preguntó por el informe del INCAR-CSIC que deslegitima la leyenda del Castillo de Salas. ¿Por qué cree que un cuento ha durado tanto tiempo como responsable principal del carbón que llega a San Lorenzo?
Por conveniencia. Era una bonita leyenda urbana gracias a la cual el Ayuntamiento no tenía que meter mano al Puerto, que sigue siendo ese ‘hermano mayor’ al que nadie se atreve a decir que quite los pies de la mesa en la cena de Navidad. Lo que hay que exigir está claro: no se puede permitir que con la carga y descarga de carbón en el Puerto este llegue hasta la playa.
En su tiempo como concejal fue uno de los impulsores de la instalación de la unidad móvil de control del aire. De aquello hace ya más de cuatro años, ¿qué sigue pasando con la contaminación? ¿No se ha hecho nada al respecto?
Lo único que se hizo desde Medio Ambiente en los últimos cinco años fue poner esa estación móvil, que ofrece los datos que ya sabíamos. En los Planes de Calidad del Aire del Principado ya se decía que el mayor foco de contaminación de pm10, que es el mayor contaminante que tenemos, venía de ArcelorMittal.
Es decir, el foco lleva años estando localizado, pero no se ha hecho nada por miedo. ¿Qué se debería hacer? Instar a la empresa a que ponga el filtro de mangas que debía llevar puesto ya dos años. No se le pueden dar más prórrogas, porque si damos prórrogas a esta compañía, ¿qué mensaje estamos enviando? Soy consciente de que es la mayor empresa que tenemos en Gijón, pero eso no puede ser a costa de nuestra salud.
Junto a la contaminación, uno de los temas de los que más se ha hablado en Gijón es el Plan de Vías. ¿Lo veremos algún día?
No. Desde el año ‘90 hasta la actualidad, este tema es un cúmulo de despropósitos. Pasando por la estación de Jovellanos, que costó más de 600 millones de pesetas y que parece que hemos olvidado. No creo que vaya a pasar porque se ha roto un consenso que costó cinco años tener, que venía a decir que los gastos de ese desarrollo debían partir del Ayuntamiento, el Principado y el Ministerio (a diferencia del anterior, en que ese dinero debía venir de la venta de las parcelas).
Por todo ello, soy tremendamente negativo a este respecto: no creo que veamos metrotren y dudo mucho que seamos capaces de construir una estación intermodal. Lo que tengo claro es que llegará cuando parte de la gente que está gobernando la ciudad se vaya.
Es ineludible entonces la pregunta sobre la alcaldesa, ¿es Ana González el problema?
En este sentido quiero romper una lanza a su favor. Desde Por Gijón lo que no queremos es precisamente que el PSOE construya un mártir en torno a su figura, porque es un juego que conocemos. La alcaldesa no está ahí sola, tiene un equipo de trabajo y un entorno dentro de su grupo político. El problema no es la alcaldesa, es la alcaldesa y su propio partido.
Si se focaliza en ella el problema, pronto el PSOE presentará otra persona y lo venderá como una gran renovación, cuando desde luego no lo será. En su grupo son conscientes de lo que está pasando, y fueron ellos quienes la eligieron.
Está claro que quizá no tiene las formas adecuadas para ser la representante de la ciudad, pero el problema real está en todas las personas del PSOE que están sosteniendo que ella siga ahí.

Otro de los miembros del Gobierno Local que está suscitando más controversia es el concejal de Medio Ambiente y Movilidad, Aurelio Martín. En los últimos meses ha ido anunciando una batería de proyectos (reforma del muro, la nueva ordenanza de movilidad, bicicletas eléctricas…) encaminados a mejorar la sostenibilidad de Gijón ¿Está yendo en la senda correcta? ¿De tener ahora mismo representación en el consistorio, estaría Por Gijón apoyando estas medidas?
En Por Gijón apostamos por una ciudad más verde y un tráfico más pacificado, pero creemos que todas las medidas que van saliendo no son más que “trampas”. ¿Qué haríamos nosotros? Lo primero, desarrollar un Plan de Movilidad, a ser posible consensuado, sobre el que desarrollar todos los cambios en la movilidad. Lo segundo es ser realistas con la situación que hay. No se puede tocar la red de movilidad sin más, hay que analizar el contexto y, sin por ejemplo, la gran mayoría de la gente se traslada a Gijón en automóvil lo que habría que poner son aparcamientos disuasorios.
El difícil equilibrio entre avanzar hacia una ciudad más verde, una senda que Europa marca de manera clara, y hacerlo sin dejar atrás a nadie
Te digo lo mismo que antes, tomar decisiones sin incluirlo en un Plan General no tiene sentido. Y luego están los precios, por ejemplo en los coches ¿cuánta gente se puede permitir ahora mismo cambiar de vehículo?
Está claro que hay que avanzar hacia una ciudad más sostenible, pero ¿a qué ciudad verde avanzamos cuando tenemos una chimenea continuamente soltando la misma contaminación que todos los coches circulando durante un año?
Si no hay un Plan de Movilidad, aprobado de manera consensuada, todo lo demás es generar debates para intentar rascar votos de donde se pueda.
Otro de los grandes anuncios del Gobierno Local ha sido la creación de 15.000 empleos con la ampliación del Parque Científico Tecnológico. ¿Es realista esta estimación?
No tiene ninguna credibilidad, igual que no la tenían cuando decían que en la Zalia se iban a crear 10.00 empleos (creo que al final se creó uno). Igualmente también se decía que la regasficadora iba a ser el nuevo impulso energético, y está cerrada.
Así hemos esquilmado mucho suelo en Gijón, a base de desarrollar polígonos industriales que ahora están vacíos. No digo que sea el caso del Parque Científico Tecnológico, que me parece una muy buena idea, pero eso no puede ser significativo para que se den anuncios de este tipo, sin fundamentos.
Este tipo de ‘falsas promesas’ acaban por crispar a la gente, que está cada vez más distanciada de la clase política. ¿Cómo ve Por Gijón la ciudad?
La ventaja que tenemos en Por Gijón es que tenemos gente en muchas asociaciones de vecinos, en distintos colectivos, que nos van contando la realidad de su día a día. Y sí, vemos un hartazgo con la política en general. Quizás en política hubo un tiempo en el que parecía que había que hacer anuncios cada vez más espectaculares para intentar llamar más la atención. Y parece que ahora nadie quiere ser el primer partido que diga: “esto va a ser complicado, vamos a intentarlo pero no sabemos”.
La verdad es que hay realidades incómodas que hay que contar, y es algo que no se hace. Y explicarlo sabiendo que la gente no es tonta.
En su barrio, Cimavilla, las fiestas eran todo un reclamo de buen ambiente, pero este año han tenido un nuevo festival, el Al Resve. ¿Han vuelto los festejos de calidad al barrio alto?
Cimavilla tenía sin duda las fiestas más espectaculares de Gijón. Los chicos y chicas que lo organizaban ponían el barrio que era un espectáculo verlo, pero creo que el Ayuntamiento no supo estar a la altura. Ni Foro ni el PSOE han sabido, y eso ha hecho que las fiestas se hayan ido por el desagüe.
El festival, a pesar de estar muy bien, no tiene comparación con las fiestas. Está claro que a los vecinos nos gusta disfrutar el barrio, estar en la calle y siempre es de agradecer la música en directo, pero no hace olvidar nuestras fiestas.

Esta semana también terminaban las fiestas de San Mateo en Oviedo, que han sido calificadas como ‘rotundo éxito’ por el consistorio carbayón. ¿Tiene envidia Gijón por no haber podido celebrar las suyas?
Creo que Oviedo no es ejemplo de nada para Gijón. Lo que nos interesa de su Ayuntamiento es una cosa que se quedó ahí enterrada, que era el Área Metropolitana Central. Ahí se tienen que sentar todos los para hacer más fácil la vida de toda la gente, que es mucha, que se mueve entre las ciudades más pobladas de Asturias.
Más allá de eso, me alegro de que organizan sus fiestas y de que hayan ido bien, pero insisto, no creo que sea una ciudad ejemplo para Gijón.
¿Qué balance hacéis de estos dos años desde que se fundó Por Gijón y cuáles son vuestras aspiraciones de cara a las próximas elecciones?
En 2019 sufrimos un golpe muy duro, que fue el de no sacar representación y nos costó seis meses afrontar la realidad. Una vez pasado eso, pudimos hacer una reunión y decidimos que íbamos a continuar, que estos cuatro años íbamos a hacer una oposición desde fuera y en 2023 volver a intentarlo.
Hemos tenido la suerte de que durante este proceso de meditación se ha acercado bastante gente a nosotros con interés en aportar y ayudar. Eso nos hace tener mucha ilusión de cara al 2023, elecciones para las que tenemos un plan. Un plan sencillo, que se basa en que queremos que todo el mundo sea consciente de lo que es Por Gijón. Que luego, por supuesto, la gente vote a quien considere, pero que nos conozcan. Queremos dar a conocer una opción local, formada por gente normal, y cuyo único objetivo es cambiar la ciudad. Porque es necesario darle una vuelta de tuerca a Gijón.