La dimisión de Espina, anunciada este mismo lunes, ha provocado un aluvión de críticas entre la oposición: «“Esto de gobernar le viene muy grande a Barbón»

La dimisión irrevocable de Lydia Espina como consejera de Educación del Principado de Asturias no ha dejado indiferente a la oposición astuirana, cuyas reacciones se han sucedido durante la mañana de hoy, con críticas dirigidas principalmente al presidente autonómico, Adrián Barbón, por su gestión del conflicto educativo. Por su parte, los sindicatos mantienen la huelga indefinida y reclaman un nuevo interlocutor con capacidad ejecutiva. Desde Vox, el diputado Javier Jové ha calificado la salida de Espina como “una necesidad” derivada de la presión social y política de los últimos días. En declaraciones a los medios, ha asegurado que la dimisión confirma la “debilidad” del Gobierno y ha reclamado la convocatoria de elecciones anticipadas. A su juicio “esto de gobernar le viene muy grande” a Barbón, y ha denunciado una supuesta “descomposición” en las filas socialistas, con “numerosos cambios” en el Ejecutivo desde el inicio de la legislatura. También ha criticado la gestión de Espina, a la que ha acusado de “despótica” y “prepotente”, por no atender adecuadamente las demandas del profesorado.
Por su parte la diputada del Grupo Mixto, Covadonga Tomé, ha calificado de “lamentable” lo que considera una política de “espectáculo” por parte del presidente Barbón. En su intervención, ha reprochado al Gobierno autonómico la falta de previsión ante un conflicto que, según afirma, “era evidente que iba a explotar”. Tomé ha lamentado la ausencia de diálogo efectivo con el profesorado y ha reclamado “soluciones reales” que refuercen la educación pública asturiana. A su entender, la dimisión de Espina era “inevitable” y ahora corresponde al Ejecutivo “dar respuestas a la comunidad educativa”.
«Un gobierno agotado» y «desnortado»
En términos similares se ha pronunciado el portavoz de Foro Asturias, Adrián Pumares, quien ha responsabilizado directamente a Barbón del deterioro de los servicios públicos y de una política educativa “nefasta”. Según Pumares, el presidente regional se ha mostrado “ausente” y “desconectado de la realidad”, liderando un “gobierno agotado” que, en su opinión, carece de ideas y está “desnortado”. Ha advertido además que Espina “no será la última consejera en abandonar” el Ejecutivo si no se adoptan medidas efectivas.
En último término, el presidente del PP asturiano y portavoz parlamentario en la Junta General, Álvaro Queipo, ha criticado este lunes la «incapacidad» del Gobierno asturiano para resolver el conflicto en Educación y ha pedido que se «eche a un lado»: «Espero que esto no se mantenga dos años más, porque va a ser muy complicado de solucionar». Queipo ha pedido al Ejecutivo autonómico que haga «un análisis» sobre lo que «está generando con esta incapacidad para la resolución de problemas». «Si no es capaz, si con cada problema el Gobierno tiene que suspender un consejo de gobierno, entonces igual lo mejor es que se echen a un lado». A raíz de la manifestación de este domingo y tras la dimisión de Lydia Espina, Queipo entiende que se está viviendo en Asturias «un absoluto despropósito» que evidencia que «aquí no hay nadie al volante», con un presidente, Adrián Barbón, «que lleva días ausente».
El presidente del PP ha asegurado que la dimisión de Espina confirma que Barbón la ha utilizado «como escudo humano», al igual que hizo, dice, con Nieves Roqueñí o Belarmina Díaz al frente de Industria. Para Queipo era «más que probable» que el pasado miércoles, cuando Barbón desdijo a la consejera en lo referido a la reducción de jornada educativa en junio y septiembre, «el propio Barbón ya estuviera sopesando nombres» para sustituir a Espina.
La renuncia de Espina se produce un día después de la multitudinaria manifestación en defensa de la escuela pública convocada por los principales sindicatos del sector. Aunque la consejera ha alegado motivos personales y un “enorme desgaste emocional”, el contexto de tensión creciente, agravado por una huelga indefinida que arrancó este lunes, ha generado una presión creciente sobre el Gobierno regional.