Los participantes han aprovechado ese trazado inicial de los seis que conforman la competición solidaria para poner a prueba sus vehículos y comprobar la realidad del terreno; hoy lunes la expedición cubrirá la distancia hasta Tawahit
Ha tenido que ser una imagen de lo más pintoresca para los de natural tranquilos pobladores del litoral de Marruecos: una sorprendente troupe de vehículos históricos, 240 para ser exactos y todos con más de quince años de historia sobre sus chasis, surcaba este domingo la costa del país entre el Tánger Med, el puerto de dicha ciudad marroquí, y la localidad de El Hajeb. Y quizá, más que lo curioso de los turismos y todoterrenos implicados en la marcha, lo más llamativo para los lugareños haya sido el ambiente reinante en esa atípica expedición: buen humor, no pocos bromas y un sentido del ridículo a toda prueba. Así, en ese ambiente y dominada por dicho espíritu, llegaba a su fin ayer la primera de las seis etapas del Chatarras Raid, el rally solidario que ha regresado a la arenas en su segunda edición de este año, y que aúna la pasión por el motor y la diversión con el apoyo a la labor del Banco de Alimentos, y a proyectos escolares en el país norteafricano. Un periplo que continúa hoy lunes, rumbo a Tawahit.
No hubo incidentes destacados en ese primer empujón, que permitió a las tripulaciones poner a prueba sus vehículo y, muy importante, aclimatarse al entorno de Marruecos. Desde la localidad gaditana de Castellar de La Frontera, la comitiva cruzaba el Estrecho y arribaba al punto de partida, empezando una aventura que ya les ha llevado a lugares de ensueño como Asilah, Larache, Kenitra o Meknes, una de las cuatro ciudades imperiales del país. En total, al término del evento se habrán cubierto más de 3.000 kilómetros, siempre con la particularidad del carácter ‘chatarrero’ de los vehículos implicados, y esa buena tónica que domina a los participantes en el que es el mayor raid multimarca de Europa.