El diputado Javier Jové carga en la red social X contra el ya emblemático personaje navideño asturiano, señalándolo como estandarte de quienes «inventan falsas tradiciones» con el propósito de «expandir el engendro de la llingua«
¿Cuánto tiempo ha de transcurrir para que algo, a fuerza de repetirse, acabe adquiriendo la consideración de tradición? ¿Siglos? ¿Décadas? ¿Basta con unos pocos años, quizá? Bah… ¿Qué más da? ¡Es Navidad! Una época más para disfrutar que para enrocarse en reflexiones filosóficas. Sobre todo, si hablamos de un personaje como L’Anguleru. Diecisiete años después de que la Asociación Garabuxada de San Juan de la Arena le diese vida, el inconfundible pescador de angulas, que destina las ganancias por sus capturas en el mar de los Sargazos a adquirir regalos para los más pequeños, y que este miércoles atracó ante el Acuario de Gijón para recoger las cartas de peticiones, cuenta con una amplia y creciente legión de seguidores de todas las edades y condiciones… De la que, sin embargo, no parece que Javier Jové forme parte. Ayer jueves, en plena jornada de Navidad, el diputado de Vox en la Junta General del Principado recurrió a su cuenta en la red social X para afear la existencia del icónico marino, criticando su desvinculación de la fe cristiana y su supuesto papel en la defensa del asturiano.
«Así se inventan falsas tradiciones para descristianizar la Navidad«, proclama Jové en su perfil personal, acompañando tal acusación de un enlace a la retransmisión de la cita en el Acuario hecha por la Televisión del Principado (TPA). Pero para el político de origen vallisoletano la ofensa que supone la mera existencia de L’Anguleru va más allá de los religioso… En su opinión, es también una herramienta al servicio de aquellos que pretenden «expandir el engendro de la llingua«, en referencia al carácter eminentemente autóctono del personaje en cuestión. Y es que, no lo olvidemos, en la base de la creación de L’Anguleru’, ocurrida en 2008, está el deseo de Garabuxada de ofrecer a la población asturiana una alternativa laica a las celebraciones habituales, más conectada con las tradiciones de la región; concretamente, con su nexo con la actividad pesquera y, siendo aún más escrupulosos, con la captura de la angula, de larga raigambre en La Arena. Y sí, desde el minuto uno la visibilización del asturiano ha formado parte de la razón de ser de este tierno lobo de mar, de poblado cabello y barba pelirrojos, gorro de lana azul y chubasquero amarillo. La Asociación Garabuxada nunca lo ha negado.
En todo caso, no parece que las palabras de Jové hayan ejercido un efecto disuasorio entre esa cada vez mayor cohorte de seguidores de L’Anguleru. Todavía hoy viernes aparecen en las redes sociales fotografías y vídeos de su paso por el Acuario de Gijón, prueba del impacto que tiene y, muy probablemente, continuará ejerciendo en la Navidad asturiana.
