«La gente busca certezas absolutas, y en ciencia las certezas absolutas no existen, por eso te puedes fiar de ella”
«Cada generación de jóvenes es la generación perdida. A los de mi edad nos pasó con la llegada de Internet»
Sandra Ortonobes es licenciada en Ciencias biomédicas por la Universidad de Barcelona y Máster en Comunicación científica por la Universidad Pompeu Fabra, pero, además es La Hiperactina, divulgadora científica que aglutina casi medio millón de suscriptores en su canal de Youtube. Números de vértigo para una chica “normal” como ella se define, con dos pasiones muy claras: la ciencia y el mundo audiovisual.
Recién llegada de una nueva mudanza en Madrid, “son agotadoras”, aterrizó en la CometCon de Gijón como una de las grandes invitadas de una cita que reúne videojuegos, ilustración, o cine, y que estos días empapa de colores el Recinto Ferial Luis Adaro. Los cosplays de series, películas y libros ponen la nota divertida en un evento que atrae a personas de toda la península. Muchos de ellos jóvenes, público mayoritario de La Hiperactina.
De hecho, y mientras realizamos esta entrevista, son varios los que se acercan a pedir una firma en su libro (‘Qué puede salir mal? Cómo sobrevivir en un mundo que intenta matarte’, Plan B) y algún que otro consejo. “Muchos están en la etapa justo antes de la universidad, agobiados con qué estudios elegir. Vienen con esas preguntas que yo tenía hace no tanto e intento decirles lo que me hubiera gustado escuchar en su momento: todo saldrá bien, no es para tanto y orientarlos todo lo que puedo”.
“Yo también pasé por eso”, nos cuenta. En su caso, acudió a una orientadora que le dijo que lo suyo estaba entre Bellas Artes y Medicina. “Y ya ves, ninguna”. Aunque un poco de las dos se mezclan en su canal: para contarnos para qué sirve el bazo o cómo funcionan las pastillas anticonceptivas, ella misma hace el guion, se graba y detalla todo lo que hay detrás de un vídeo divulgativo con rigor y entretenimiento a partes iguales.
“Lo que me propuse desde el primer día es ser lo más natural posible, vengo de una familia muy normal, y no quiero perder mi esencia. Igual que hablo en los videos hablo con una amigo en el bar o con una persona que viene para que le firme. Cuando intentas aparentar algo que no eres, se nota”, esa es, en buena parte, la clave de su éxito. Junto a ella las horas y horas de estudio previo a cada explicación, horas que se vieron multiplicadas en plena pandemia cuando, casi de manera obligada, se decidió a explicar qué era eso del coronavirus.
“La ciencia evolucionó muy rápido, a cada momento salían nuevas hipótesis y fue difícil explicarlo. La gente muchas veces busca certezas absolutas y en ciencia las certezas absolutas no existen, por eso te puedes fiar de ella”. Nos cuenta que, en parte, los medios fallaron, bombardeando con información no siempre rigurosa.
“En ocasiones se le ha dado más importancia a los pocos efectos secundarios de la vacuna que a su seguridad”, por eso “entiende” el miedo de algunos antivacunas, pero es tajante: “es normal que gente que no está acostumbrada a trabajar con información de este tipo se asuste cuando se leen tantas cosas, pero es una vacuna probada y segura, no habría salido al mercado si no lo fuera, y es importante recalcar que es mucho más probable acabar siendo un caso grave de Covid que tener un efecto secundario con la vacuna”.
Con todo, también le molesta esa demonización que en los últimos tiempos han sufrido los jóvenes, “cada generación de jóvenes es la generación perdida. A los de mi edad nos pasó con la llegada de Internet, ahora dicen que Tik-Tok, siempre con esa historia de que a los jóvenes solo les interesa la fiesta, que no les gusta la ciencia… todo eso, además de mentira es muy injusto. Hay una visión muy equivocada”.
Las redes han ayudado a que muchos de ellos amplíen lo que escuchan en clase o aprendan fuera del aula de una manera mucho más amena. A Sandra, que es parte y culpa de todo ello, lo que más le sigue flipando es poder llegar, desde su casa, a la gente de Latinoamérica, quizá porque es consciente de que sin redes es probable que no hubiera podido dedicarse a ello. “Se ha democratizado el acceso a divulgar ciencia, quizás hace años nunca hubiera acabado presentando un programa de ciencia en televisión y sin embargo hoy en día puedo vivir de lo que me gusta y llegar a mucha gente”.
Gente, seguidores, gracias a los cuales hace un año que ya puede decir que vive de esto, “ha sido un año muy rápido, pido seguir disfrutando de ello, seguir así de bien, e irme quitando asignaturas pendientes, como la de visitar Asturias. Todo el mundo me lo recomienda, así que esta noche intentaré escaparme un rato y disfrutar de Gijón”.