Según el ente público el fuego, que continúa en curso, se desató en la zona de acopio de muebles, en una explanada exterior; no hay daños humanos, y dotaciones de Bomberos del Principado y de Gijón están tratando de extinguirlo
Están siendo horas sumamente agitadas las que, desde anoche, se viven en las instalaciones que el Consorcio para la Gestión de Residuos Sólidos de Asturias (COGERSA) opera en Serín. En torno a las nueve de la tarde de este lunes un incendio comenzaba a calcinar la zona de acopio de muebles, situada en una explanada exterior del complejo, y en este momento del martes continúa activo, aunque sin haber causado daños humanos de ninguna consideración. De hecho, según han confirmado fuentes de dicho ente público, dotaciones tanto de Bomberos del Principado como de Gijón se hallan atacando la incidencia, y confían en extinguir las llamas en cuestión de pocas horas. Quizá, incluso, en menos tiempo.
Fueron los propios vecinos de la zona de Serín los que dieron las primeras voces de alarma. Con el caer del crepúsculo, las llamas se recortaban claramente contra el cielo nocturno, refulgiendo hasta aportar a la escena un matiz casi cinematográfico que no pocos lugareños inmortalizaron con sus smartphones. En un primer momento, los testigos señalaron erróneamente la ubicación del foco como la zona de compostaje de la nave, aunque COGERSA ha desmentido ese punto, y confirmado que el escenario es el área externa reservada para muebles. Se trata de un espacio susceptible de tales incidentes, especialmente en meses de altas temperaturas, pues el grueso del material allí acumulado está fabricado en madera. En ese sentido, y a expensas de que la investigación pertinente confirme las causas del incidente, desde el Consorcio llaman a que todo ciudadano separe adecuadamente los residuos, y los deposite en los espacios reservados al efecto.
Por su parte, el Ayuntamiento gijonés ampliaba la información hace escasos minutos, detallando que las llamas comenzaron en dos montones, con una superficie de unos 3.000 metros cuadrados y hasta seis metros de altura. A la llegada de los siete efectivos de los bomberos locales, una de esas dos pilas ardía completamente, mientras que otra lo hacía al 40% de su superficie. Incapaces de contener el avance del incendio, la táctica a seguir fue cerrar un perímetro de seguridad y controlarlo para evitar la propagación, dejando que la incidencia que se desarrollaba dentro de él se extinguiese por sí sola. Aunque prácticamente consumido, confirman desde el Consistorio, el fuego todavía no está totalmente sofocado.