Un atentado contra el Príncipe de Asturias en el cóctel de entrega de los Premios de la Fundación, con los siete galardonados como sospechosos, es el argumento del ‘El enigma de Anne Wallace’; «durante tres años he estado mentalmente recluido aquí y en Asturias», afirma el escritor vasco
«La primera página empieza con ‘mi nombre es Anne Wallace, tengo 35 años, dicen que soy la mejor pianista del mundo, aunque a mí eso no me importa, sólo sé que no he oído tocar a nadie como yo lo hago. Dicen que tengo un trastorno de espectro de autismo que hace que no pueda comunicar bien algunas cosas, pero también pueda comprender antes y mejor muchas otras. Dicen que he cometido un crimen o un atentado contra el Príncipe, no sé si es verdad o no, tengo 48 horas para averiguarlo’», relata Alfonso del Río a Juncal Herrero una entrevista para el Canal Prestosu de Caja Rural de Asturias sobre su última novela, ‘El enigma de Anne Wallace’ (Grijalbo), que discurre en el cóctel de entrega de los Premios Príncipe de Asturias en El Reconquista, lugar donde precisamente discurre esta conversación. «Una bomba estalla cerca del Príncipe y los siete premiados son los sospechosos», explica el escritor vasco sobre esta historia que le tuvo recluido «durante tres años mentalmente aquí —en referencia al hotel— y en Asturias» que se desarrolla en 48 horas con un personaje principal que aparece en su anterior libro, Anne Wallace, y una investigación policial en curso con todos los galardonados recluidos en el inmueble ovetense.
«Hay un homenaje velado a Agatha Christie», apunta Del Río haciendo referencia a ‘Diez negritos’, al tiempo que aseguraba que, a la hora de desarrollar la historia, le atraía el ver «cómo se comete un crimen en un sitio donde se supone que es imposible hacerlo», por la gran seguridad existente en los premios, y «cómo puedes llevar la trama con unos sospechosos que son reconocidos, de talla mundial». De ellos, sólo uno es real, Eduardo Chillida, un personaje que para desarrollarlo mantuvo largas conversaciones con la familia del escultor.
En la larga entrevista el bilbaíno reconoce que «me ha retado mucho el tener que reescribir la novela» después de pedir opinión a compañeros del sector audiovisual, guionistas, entorno en el que trabaja, que le animaron a convertir una historia de ‘crimen de habitación cerrada’ «en thriller, hacer que enganche en todo momento y a cada personaje darle una historia, un trasfondo, un conflicto». Unas características finales que le hacen no cerrar las puertas a, en un futuro, convertirla en un largometraje.